Diario de Italia, día 7: Cefalú y Giarre

SÁBADO 23/10/2022

Nos despedimos de Gregory, el dueño del Oasis del Turista, para dejar Palermo y continuar con el viaje por la isla de Sicilia, dando una vuelta por la costa en sentido de las agujas del reloj para volver a la capital el último día (pues el avión salía de allí). Al parecer el centro de la isla no tiene demasiado interés, salvo para los enamorados de la película El Padrino, que suelen visitar Corleone. La primera etapa consistiría en, una vez que tuviésemos el coche de alquiler, abandonar Palermo y comenzar a bordear la isla en el sentido de las agujas del reloj, haciendo parada en Cefalú y en el Estrecho de Mesina para finalizar en Giarre, localidad muy cercana al volcán Etna, donde haríamos la primera noche (total: 305 km).

Etapa 1

Retomando las recomendaciones que nos hizo Gregory sobre Palermo, la verdad es que fueron muy buenas todas, de hecho nos quedó pena no probar dos locales que nos dijo: Trattoria Trapani (comida tradicional a buen precio que está al lado de la estación de tren) y Bar Touring para comer las mejores Arancine del Palermo. Teníamos que ir hasta la empresa de alquiler de coches, en el Aeropuerto, donde Pelayo había reservado un vehículo con el in de devolverlo en ese punto el último día de viaje.

Cefalú
Cefalú

Nos dirigimos entonces a la Estación de Tren de Palermo, donde tomamos en un bar que había en el interior un café, un croissant, zumo de naranja y una pizzeta (6’3€). De allí salía el tren, a las 9:40, hacia Punta Raisi, la propia estación del Aeropuerto, a donde llegamos sobre las 10:20. Una vez en la terminal salimos hacia fuera en busca de la furgoneta de la empresa de alquiler de coches, Different Car, que estaba aparcada enfrente de los taxis, pues los vehículos estaban a las afueras, no justo en el aeropuerto. Pelayo había contratado un seguro de Axa de unos 75€ a mayores, para que el alquiler saliese un poco más barato: 120€ (sino se ponía extremadamente caro). Sin embargo, resulta que cuando fuimos a pagar con la tarjeta, que tenía que ser de crédito, como ésta estaba a mi nombre hubo que ponerme a mí también como conductora, por lo que nos cobraron 9€ más por día, qué morro… El total salía 207€ pero la chica nos cobró finalmente 200€ redondos.

Cefalú

Cefalú

Nos entregaron un Fiat 500 blanco monísimo, híbrido y bien pequeño. Una vez todo el orden arrancamos en dirección a nuestra primera parada, Cefalú, que estaba a poco más de una hora en coche. Al llegar tuvimos suerte de encontrar un sitio para aparcar en la calle: con un euro que echamos en la máquina nos dio hasta las 16:40 (4 horas, teniendo en cuenta que de 13 a 16 horas era gratis). Dimos un paseo por la zona de playas, puerto pesquero, muelle, etc. Nos percatamos de que era una localidad muy turística. Visitamos el famoso lavadero medieval, que es gratuito, lo único que hay que hacer es bajar unas escaleras. Allí desemboca el riachuelo Cefalino, en las pilas que están directamente excavadas en la roca y que al parecer se utilizaban hasta hace no tanto tiempo. Lugar curioso que bien merece la pena, además no os llevará más de unos minutos.

Lavadero de Cefalú
Tatiana Melfa. Cefalú
Terraza de Tatiana Melfa

Volviendo hacia el coche ya empezaba a hacer hambre y justo al lado había un bonito local, fuera de la zona turística, que llamó nuestra atención. Se llamaba Tatiana Melfa y resultó tener hacia dentro una estupenda terraza, muy agradable. Además las camareras fueron amabilísimas; esto fue lo que pedimos:

-Tabla de embutidos

-Spaghetti con salmón y pesto de pistacho

-Pizza con anchoas, pecorino (queso de oveja) y aceitunas

Tatiana Melfa. Cefalú

Resultó ser mucha comida y es que las cantidades eran exageradas; nos dio pena no probar los postres, pues tenían repostería también, en la entrada del restaurante. Para beber tomamos dos cervezas y un agua con gas, pagando por todo 39’5€. Tras la comida arrancamos y yo al poco me dormí, para variar… No volvimos a parar hasta una localidad llamada Rometta Marea, a casi dos horas de Cefalú, para comprar algo en un Supermercado con la intención de tener algo en el alojamiento para cenar. Cogimos fruta, ensalada, embutido, pan y dos botellas de vino (47’95€).

Estrecho de Mesina

Yo había reservado un alojamiento, a través de Booking, llamado Baglio delle Rose, en Giarre, en la cara este de la isla, a media hora de Catania. La idea era ir al día siguiente al Etna y desde ese punto nos facilitaba la operación. Antes queríamos ver el Estrecho de Mesina así que paramos en Punta del Faro desde donde se ve la «punta de la bota» de Italia justo enfrente. Tuvimos suerte porque en ese momento estaba cruzando el estrecho un precioso y enorme barco de vela. Llamó nuestra atención la gigante torre de electricidad que hay allí mismo, dominando la zona.

Bar Vitelli en Savoca

Bar Vitelli en Savoca

Continuamos ruta hasta la localidad de Savoca para hacer una parada en el Bar Vitelli, donde se rodaron varias imágenes de El Padrino. El local estaba muy bonito, con fotos de la película y objetos de la época (entramos a cotillear un momento). Estaban casi todas las mesas ocupadas con comensales.  Continuamos hasta el alojamiento, a donde llegamos sobre las 20:30. Baglio delle Rose esultó ser una especie de casa rural (allí le llaman agroturismo) con una finca de 2 Ha y varias construcciones pero que no vimos bien hasta el día siguiente, con luz. Nos recibieron el dueño y su perro, Lorenzo y Berny respectivamente, que vivía en la casa más bonita, y nos mostró la habitación así como la cocina común. Pagamos 68’86 euros por dos noches con desayuno. Nuestra habitación era una pequeña casita de dos plantas, ideal para una familia con niños. Preparamos la cena en la cocina común, que no estaba especialmente limpia, y después a dormir.

Baglio delle Rose

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