Mi amigo David se casaba en Junio 2016 con su novia Marián en Sevilla, dado que ella es de allí. Compramos los billetes de avión y reservamos el hotel ya en el mes de Febrero:
-VUELO: cogí dos billetes de RYANAIR, vuelo directo de Santiago de Compostela a Sevilla, de viernes a lunes, 65€/persona
-HOTEL: como los buses que llevaban a donde se celebraba la boda salían de la Estación de Santa Justa, cogí un hotel por la zona llamado HOTEL AYRE, de cuatro estrellas, en la calle Kansas City. Tres noches de habitación doble, sin desayuno, nos salió por 180 euros, reservándolo gracias a una oferta de BOOKING, pues al parecer normalmente es más caro…
Paso a relataros los cuatro días que pasamos en Sevilla, para daros ideas en caso de que vayáis de viaje por esa localidad.
VIERNES 10 JUNIO 2016
El viernes dejamos el coche en uno de los PARKING LOW COST del aeropuerto de Santiago de Compostela (tlf. 981.888.282), en donde había reservado una plaza con unos días de antelación antes por teléfono (pues los fines de semana suele estar completo). Resulta que al llegar allí resulta que no tenían anotada nuestra reserva, aún así no nos pusieron ningún problema y pudimos dejar el coche (por lo tanto os recomiendo hacer la reserva online). Nos llevaron en furgoneta a la puerta de entrada, lo que no nos llevó ni 5 minutos. Pagamos por el fin de semana de viernes tarde a lunes mañana 15€, una ganga.
El avión salió a las 13:30 y llegó a Sevilla sobre las 15:00, un poco antes de la hora estimada. Una vez allí, cogimos el bus EA (Especial Aeropuerto) justo en la puerta de salida del aeropuerto, que nos dejó en Santa Justa (4€/persona); muy cómodo y más barato que el taxi. Mientras hacíamos el check-in en el HOTEL AYRE entró en el hall el humorista Agustín Jiménez, al que la gente pidió varias fotos. Subimos al cuarto a descansar un poco y evitar el calor. Cuando bajó un poco la temperatura caminamos hasta el centro, lo que nos llevó alrededor de 20 minutos. Callejeamos por los alrededores de la catedral, admirando la Giralda.
Después de ver preciosos rincones de la cuydad tomamos algo en la BODEGA SANTA CRUZ, en la Calle Rodrigo Caro, de gran relación calidad-precio.
Esto fue lo que pedimos en la Bodega Santa Cruz:
-Para beber: Fino Tío Pepe, Sol del Ajarafe (vino dulce de pasa de Sevilla), Oloroso Río Viejo y Oloroso Gonzalez Byass.
-Pinchos: Gambas, Solomillo al whisky, Merluza en salsa verde y Calamares fritos.
Todos los pinchos vienen acompañados de un buen puñado de picos, como es habitual en Sevilla. Pagamos por todo 24€, disfrutando del desparpajo de los camareros, que van apuntando lo que pide cada cliente con tiza en la barra; cuando pagan borran la cuenta con un paño.
Los camareros son encantadores, os recomiendo que intentéis coger un hueco en la barra porque no os aburriréis; el local se llena de gente de la zona y extranjeros. Hay un listado enorme de tapas, con un precio de alrededor de 2 euros, siendo todas ellas abundantes, estoy segura de que os encantará. Aquí podréis ver más fotos del local.
Luego buscamos el bar MANOLO CATECA, en donde tomamos un Palo Cortado de la casa. Tienen un buen listado de vinos generoso así que es un buen sitio para probar de todo. Aquí tenéis más fotos del local. No pudimos pedir nada más porque nos llamó mi amigo David diciendo que nos vendrían a buscar al hotel unos amigos de él para ir todos juntos esa noche al Club de Campo Las Lagunas (en Lora del Río), en donde había una recepción para los invitados.
Salimos apresuradamente, pues en 45 minutos teníamos que estar listos en la puerta de nuestro hotel. Cogimos entonces un bus, el 32, que nos dejó al lado del hotel, subimos al cuarto, me duché en 1 minuto, nos vestimos y bajamos. Ya nos estaban esperando Víctor, Blanca y Juan Alberto. Este último era primo de la novia y taxista en Lora del Río así que nos llevó hasta el Club de Campo (primera vez que voy en un taxi y no tengo que pagar nada ;P).
Llegamos los primeros así que pedimos unas cañas, que por cierto sirven muy frías siempre, es una maravilla. Al poco ya llegó David con Marián, a la que por fin conocimos. Había preparados pinchos para los invitados: jamón, lomo, queso, ensalada de tomate con atún, fritos variados, croquetas, pollo frito, etc., así como bebidas variadas. Nosotros nos dedicamos a la manzanilla Barbiana de Rodríguez La Cave, tradicional bodega con la que se fusionó Delgado Zuleta en 1978.
Estuvimos de charla con los amigos y familiares de los novios hasta las 2 de la mañana, más o menos. Otro taxista de Lora, compañero de Juan Alberto, nos llevó de vuelta a Sevilla (tampoco pagamos esta vez, pues de eso se encargaban los novios, segunda vez que me pasa en el día y seguro que última en la vida…).
SÁBADO 11 JUNIO 2016
Nos levantamos tarde, sobre las 12, así que nos duchamos, nos vestimos y salimos a dar una vuelta por la zona del hotel. Yo además tenía que buscar por allí la peluquería que me había recomendado la novia, de Marco Aldany, pues no atienden con cita, sino según orden de llegada. Por la mañana llamé y me dijeron que la mejor hora era entre las 14 y las 15 horas así que me daba tiempo a “desayunar”. Encontramos un bar típico que nos tuvo buena pinta (a pesar de que tenía un andamio delante) y entramos, se llamaba BAR BOCAITO.
Pedimos dos cañas que nos sirvieron bien heladas y las siguientes raciones para picar:
-Solomillo al whiskey
-Montadito de lomo
-Cazón en adobo
-Salmojero, uno de mis platos preferidos (deben de ser los genes andaluces que llevo…)
Estaba todo riquísimo y acompañado por patatas fritas o ensalada. También tienen un menú del día que puede ser muy interesante. En ese momento llegó Fer, otro amigo nuestro e invitado a la boda, que acababa de llegar al mismo hotel en donde nos alojábamos nosotros. Estuvimos de charla, pues hacía mucho que no nos veíamos, hasta que dieron las 14 horas y yo me fui a la peluquería. Ellos se quedaron y tomaron dos cervezas más cada uno, un pincho de paella y calamares fritos (cobraron 24€ por todo, una ganga, pues fueron 8 cortos y 5 pinchos).
Me hicieron un recogido precioso, aunque como tengo el pelo tan liso, a pesar de echarme un litro de laca, no llegó entero a la boda… Cuando salí de la peluquería aproveché para comprar una peineta en el Corte Inglés, que estaba justo enfrente.
Pelayo y Fernando habían cambiado de local, estaban en una de las terrazas que hay en la parte trasera del Corte Inglés, concretamente en LA FUENTE. Pedimos un par de cafés y luego empezamos con el alcohol: un whisky, un ron cola y yo un oloroso, pero no recuerdo cuál fue. A estas bebidas invitó Fer así que no sé cuánto salió todo. Aquí podéis ver más fotos del local.
Volvimos al hotel a una hora prudente para ducharnos y vestirnos con nuestras galas. Una vez arreglados bajamos al hall, en donde nos encontramos con Víctor y Natalia, otros amigos nuestros. El bus de invitados paró en la puerta del hotel sobre las 17:30 y arrancó hacia Lora del Río. Una vez en la Iglesia Parroquial Nuestra Señora de la Asunción, en donde se casaban a las 19 horas, nos reencontramos con un montón de amigos que hacía años que no veíamos, fue una grandísima alegría.
Apareció primero el novio y su madre, Aurora, que a pesar de no ser andaluza, se decantó por una preciosa montilla, iba guapísima.
Al rato llegó la novia en un Rolls Royce y se le hizo un precioso recibimiento en la puerta de la Iglesia. La boda duró alrededor de una hora, contando con un grupo de cantaores que sonaba fenomenal. Al salir homenajearon a los novios con un arco de sables, uno de los momentos más emotivos del enlace.
Tras la ceremonia volvimos a tomar el bus de invitados, que nos llevó al CASTILLO DE LA MONCLOVA, en Fuentes de Andalucía, cuya parte más antigua data del siglo XIV. El lugar era espectacular y no faltó un solo detalle:
-Carteles anunciadores y una bonita bicicleta
-Puesto en donde daban a las chicas fundas plásticas para los tacones, de varios tamaños
-Grandes letras que ponían LOVE con el Rolls aparcado al lado
-Mesa de quesos y panes
-Todo tipo de detalles en el baño: maquillaje, esmalte de uñas, colonia, etc.
-Grupo de música clásica
-Cortador de jamón, varias barras de bebidas, Mesa de sushi (desgraciadamente no la vimos, qué fallo…), servicio de ropero, etc.
El personal sirvió un montón de riquísimos aperitivos a cargo de ALFAR2: exquisita rosquilla de chocolate blanco rellena de foie, bolas de pollo al estilo tailandés, pincho de pepino con salmón y huevas, risotto, patatas bravas, presa ibérica con puré de patatas, pulpo a la gallega, ajoblanco, gazpacho, conos con carne y verduras, etc.
Tras los aperitivos pasamos al patio del castillo, en donde se sirvió la cena. Los novios organizaron a los invitados en mesas por ciudades que tenían algún significado para ellos, la nuestra era La Coruña, pues yo soy de allí y vinieron a visitar la ciudad hace unos meses (un precioso detalle). Estábamos sentados con Alberto, Bárbara, Víctor, Natalia, Mar, Manolo, Quiko y Vanesa. Al poco entraron los novios, quienes nos dedicaron un baile: “Yo la conocí en un taxi”, pues fue realmente se conocieron en un taxi.
El menú de la cena fue el siguiente:
-Ventresca de atún macerado en soja con tagliatelle de sepia y velo cítrico maridado con vino blanco K-naia, DO Rueda.
-Sorbete semilíquido de hierbabuena
-Presa ibérica a baja temperatura sobre crema de patata trufada y puerros maridado con vino tinto Portia Roble, DO Ribera del Duero
-Torrija de brioche caramelizada y helado de tres sensaciones
-Black Sphere de mascarpone, manzana caramelizada y helado de Idiazábal, maridados con cava Codorniu Prima Vides.
Tras los postres la madre de David nos regaló a las invitadas una pulsera y pasamos al jardín, en donde había preparada una pantalla en la que pusieron fotos de los novios desde que eran unos bebés. Además había una preciosa y cuidada mesa dulce con gominolas, brownie, trufas, cake pops y un largo etc.
Era curioso un puesto que había con zapatos planos (para las chicas que ya no aguantaban los tacones) y un photocall inspirado en la edad media del que disfrutamos como enanos disfrazándonos.
Hubo DJ y dos grupos de música diferentes que amenizaron la noche. Los invitados fueron abandonando la fiesta en los buses que habían organizado los novios a diversas horas, en dirección a Lora del Río y a Sevilla.
A las tantas montaron un buffet de hamburguesas de pollo, ternera o ibérico, con una serie de ingredientes para que cada invitado se la hiciese al gusto.
Los últimos en abandonar la finca fuimos nosotros acompañados de Fer, Roberto, Juan, algunos amigos de Ávila del novio y varios de la novia. No paramos de bailar toda la noche, lo pasamos fenomenal, de hecho marchamos porque era ya el último autobús y a punto estuvimos de perderlo…
La mayoría dormimos durante todo el camino, apareciendo en el Hotel Ayre de Sevilla sobre las 8 de la mañana. Me metí en la cama con un tremendo dolor de pies y eso que me cambié los zapatos al llegar al Castillo…
DOMINGO 12 JUNIO 2016
Nos despertamos sobre las 14 horas y vi que tenía un mensaje de Fer en el móvil, pues a las 12 tuvo que dejar el cuarto y estaba en la recepción del hotel esperando a ver si queríamos comer con él, pues hasta las 17 horas no le salía el tren de vuelta a casa. Hicimos un gran esfuerzo por levantarnos y bajamos al bar de enfrente, llamado BODEGA EL RINCÓN/BODEGA MIGUEL ÁNGEL, en donde ya estaba Fer con Roberto y otro amigo más que se habían acercado a acompañarlo.
Pelayo y yo pedimos para picar:
-Clóchinas/coquinas
-Pincho moruno de sepia, langostinos, atún rojo y verduras.
Todo estaba muy rico y bien presentado, además el servicio fue muy amable, como en todos los locales que hemos visitado en Sevilla, da gusto. Aquí tenéis más fotos del local. Una vez que marcharon los tres para la estación, a coger el tren, Pela y yo volvimos al cuarto del hotel a dormir un rato y escapar del calor que ya empezaba a apretar, aunque sin llegar a asfixiar. Cuando nos levantamos cogimos el bus 21 justo delante de la puerta del hotel y nos bajamos en la TORRE DEL ORO. Hicimos unas cuantas fotos y dimos un paseo por la orilla del río pero hacía bastante calor así que cruzamos hacia las calles y nos dirigimos a la zona de la catedral.
Quisimos visitar la catedral pero cuando llegamos ya estaba cerrada, una pena (por cierto, una cartel en la puerta prohibía la entrada a las personas que vayan con camiseta de asas).
Quisimos ir a Manolo Cateca pero cierra los domingos, una pena, así que entramos en otro local que nos habían recomendado, LAS TERESAS. Allí nos tomamos dos cañas para quitar la sed y luego un amontillado (Bolaina) y un oloroso (Río Viejo).
Pedimos para acompañar:
-Morrillo de atún
-Solomillo de ternera retinta
-Lomo en manteca
Todos los pinchos venían acompañados de tomate y una especie de ensalada de col, muy ricos, sobre todo el solomillo. El servicio, como siempre, de diez y el local es muy bonito, de estilo tradicional. Pagamos por todo 19€, pinchando aquí podréis ver más fotos.
Al salir de este local dimos una vuelta por la zona, llena de vida con su bares, tiendas y callejuela. Entramos a continuación en un pequeñísimo local que nos encontramos de camino que llamó nuestra atención por lo antiguo que parecía, ÁLVARO PEREGIL (sí, con G).
Nos atendió un chaval muy amable, tomando en la antigua barra de madera una manzanilla y un fino de Tío Mateo en vasitos de cristal. Luego probamos Vino de Naranja y un oloroso de solera, ambos bastante dulces. De pincho:
-Queso
-Montadito de pringá (que ya tenía yo ganas de probarlo, me gustó mucho)
-Chicharrones de Cádiz, deliciosos, con aceite y pimentón.
Al parecer el local de al lado también es de ellos, pero nadie lo adivinaría porque es muy moderno y elegante, nada que ver con éste… Después nos dirigimos otra vez a la BODEGA SANTA CRUZ, en donde los Manolos (dos camareros que se llaman igual) nos saludaron muy contentos de volver a vernos. Nos colocamos otra vez en la barra y nos sirvieron varios generosos que ya habíamos tomado el día anterior. A mayores nos hicieron una mezcla en la propia copa: manzanilla Solear de Barbadillo con Solera 1847 Cream, dulce pero rico. De comer pedimos:
-Papas aliñás
-Gazpacho, que estaba riquísimo
-Flamenquín de carne
Pagamos 19€ y nos despedimos de ellos, muy a nuestro pesar. Lo pasamos bomba allí, qué pena que no estén más cerca porque me pasaría allí todo el día, es un local que guardo en el recuerdo para siempre y que no dudaré en visitar cuando vuelva por Sevilla.
Volvimos al hotel dando un paseo, pues la temperatura era ideal. Yo estuve dos días sin ponerme una chaqueta, algo impensable en Galicia a estas alturas del año… Bueno, y a otras también. Pensábamos reservar un taxi en el hotel para que nos llevase al día siguiente al aeropuerto pero el chico de recepción nos dio los horarios del bus y, a pesar de que el avión salía temprano, nos daba tiempo a cogerlo, pues comienzan a funcionar a las 4:30. Aquí os pongo los horarios, si os fijáis se puede coger billete de ida y vuelta por 6 euros, cosa que desconocíamos.
LUNES 13 JUNIO 2016
El avión salía a las 7:25 así que nos levantamos y bajamos para la parada a las 6 de la mañana, después de pasar por la recepción del hotel a dejar las llaves. Al parecer el bus tarda unos 10-15 minutos en llegar desde la Plaza de Armas hasta la Estación de Santa Justa y desde ahí nos llevó otros 15 minutos hasta el aeropuerto. Por cierto, aquí os dejo el enlace a la opinión y fotos que subí del HOTEL AYRE en Tripadvisor.
Una vez en el aeropuerto pasamos el control y compramos un par de generosos en una de las tiendas de la zona aire. Había una cafetería pero tenía unos precios prohibitivos así que pasamos de desayunar, incluso comprobamos después que salía más barato incluso en el avión. Embarcamos según la hora prevista y llegamos 15 minutos antes de la hora estimada a Santiago de Compostela. En cuanto bajamos del avión llamamos al Parking Low Cost y enseguida nos vinieron a recoger con la furgoneta. Al final no nos bañamos en la piscina del hotel, pero sí al llegar a Santiago, pues estaba lloviznando, lo cual nos dio unas ganas horribles de volver en el avión para Sevilla.
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