Diario de Lisboa, día 3: Lisboa (Príncipe Real, Chiado y Baixa)

MIÉRCOLES 15/09/2021

Nos despertamos sobre las 8:30 en nuestro alojamiento de Sintra, María Parreirinha, saliendo hacia Lisboa en cuanto estuvimos listos. La recepción de la Casa de Huéspedes no abría hasta las 10 así que dejamos las llaves en una caja, sin poder despedirnos del amable personal. Llegamos al Hotel Nacional sobre las 11:30 pero el check in no era hasta las 14 horas así que dejamos el coche aparcado en la entrada del hotel con las maletas y allí quedó hasta que nos fuimos el último día. Después de mucho buscar en Booking me decanté por este hotel dado que incluía en el precio la plaza de garaje, algo fundamental en Lisboa, pagando 180€ por tres noches (el Hotel nos cobró el último día una tasa de 2€ por persona por día, sumando un total de 12€). El parking resultó ser muy estrecho así que en la recepción nos recomendaron dejar el coche en una de las tres plazas que tienen en la calle reservadas para el hotel, justo delante de la entrada principal.

Hotel Nacional en Lisboa

Nos fuimos entonces a dar una vuelta por Lisboa, visitando estos puntos:

*Reservorio Mae d’agua das Amoreiras: no nos cobraron entrada y nos pareció un lugar mágico. Se trata de un gran estanque de agua, canales y bonitas vistas desde la parte alta del edificio, os lo recomiendo vivamente.

Reservorio Mae d’agua das Amoreiras
Canales
Mirador

*Museo de Historia Natural y Jardín Botánico: nos acercamos hasta allí pero como eran de pago y requerían cierto tiempo para la visita continuamos con la ruta.

*Plaza de las Flores: un lugar muy normal, quizás porque no había mercado de flores.

Mirador de San Pedro de Alcántara

*Mirador de San Pedro de Alcántara: amplio mirador con jardines incluidos; justo al lado hay una parada final del empinado funicular, ideal para fotografiar, el llamado Elevador de Santa Gloria. En ese momento empezó a llover a cántaros así que rápidamente nos dirigimos a la Taberna da Rúa das Flores, local que nos habían recomendado Nataly y Balazs del fantástico Restaurante 55 Pasos de La Coruña.

Elevador de Santa Gloria

No reservan mesa pero como llegamos pronto cogimos uno de los últimos puestos libres. Ojo, el local es pequeño y estrecho, difícil para mesas de más de cuatro personas. Esto fue lo que pedimos en la Taberna da Rúa das Flores:

-Pan artesanal (muy rico) con aceite y aceitunas (en salmuera con perejil, limón y naranja entre otros condimentos, muy sabrosas)

-Joaquininhas fritas (jureles): ricos y bien fritos en harina de garbanzo, acompañados de una mahonesa de hierbas

Taberna da Rúa das Flores. Lisboa

-Meia desfeita de bacalao: garbanzos (durísimos) con huevo cocido y bacalao

Taberna da Rúa das Flores. Lisboa

-Pernil de porco asado con puré de patatas y alheira, muy bueno

Taberna da Rúa das Flores. Lisboa

Pedimos para beber tres cervezas artesanales y un café, pagando por todo 37’5€. Desde ahí fuimos a un local muy conocido llamado Manteigería, donde pedimos un café con leche y dos pasteis de nata, pero resulta que por culpa del COVID ya no se puede tomar nada dentro, sólo se sirve para llevar (4’7€). Los pasteles estaban buenos pero nos gustaron mucho más los que comimos en Belem, que ya os contaré más adelante. Nos dirigimos entonces al precioso Elevador de Santa Justa y Convento do Carmo, que están uno al lado del otro. Como llegamos desde el lado del Convento, es decir, el Barrio de Chiado, dimos con la parte alta del elevador y caminamos por el brazo de unión e interior, que es gratis.

Elevador de Santa Justa

Aprovechamos para hacer unas fotos de la ciudad desde las alturas, pues el elevador mide 45 metros. A continuación bajamos por unas escaleras que había por un lateral hasta la parte baja de la ciudad, el llamado Barrio Baixa. Desde allí hicimos unas cuantas fotos de esta curiosa construcción, completamente de hierro. Entramos en varias tiendas buscando un impermeable para Pelayo, pues no paraba de llover. Encontramos una tienda de souvenirs que regentaba un joven de Bangladesh, muy simpático, y compramos un impermeable de emergencia por 5€.; no pude resistirme a adquirir también dos salvamanteles de azulejos con motivos típicamente portugueses (10€).

Plaza del Rossio
Brindando con ginjinha e impermeable nuevo

Atravesamos la Plaza del Rossio hasta la un local que se llama «Ginjinha sem rival«, donde sirven este famoso licor de guindas. Nos tomamos dos chupitos en el exterior, pues ya no se puede tomar nada dentro por ser ínfimo el espacio (prácticamente sólo cabe el señor en la barra y el que va a comprar). Cada chupito llevaba tres guindas, nos gustó. Volvimos a la zona peatonal comercial y caminamos hasta la impresionante Plaza del Comercio, abierta al estuario del río Tajo y con vistas al Puente 25 de Abril. Antes de llegar nos topamos con una tienda de Vans of the world, donde no pudimos resistirnos a entrar y, como no, comprar varias cosas (un par de tenis, un impermeable y una camisa).

Plaza del Comercio
Puente 25 de Abril

Seguimos el paseo hasta el barrio de Cais do Sodré, donde nos sentamos en una terraza para descansar un poco, hidratarnos con dos cañas, llamadas aquí imperiales (4€), y visitar el cuarto de baño. Tras el respiro continuamos hasta Time Out Market, que es una gran nave con mesas en el centro y pequeños puestos de comida en los laterales, con opciones muy variadas. Nada de lo que vimos nos llamó especialmente la atención y tampoco teníamos hambre, así que nos dimos una vuelta y abandonamos el lugar.

Time out market. Lisboa

Decidimos volver al hotel así que entré en la web de Carris de Lisboa, donde hay un estupendo apartado que calcula las rutas desde dos puntos: la línea 706 nos dejaría delante de nuestro hotel. Entramos en la Estación de tren de Cais do Sodré, que estaba prácticamente enfrente, y compramos una tarjeta de transporte Viva Viagem para cada uno (0’5€ cada cartón), pues no se pueden compartir, además de una recarga de 5€ en cada una de ellas. Ojo, recomiendan guardar los tickets de compra y recarga, pues al parecer se descarga la banda de vez en cuando, y es la única manera de demostrar la compra previa.

Tarjetas de transporte Viva Viagem

Tras un rato en bus llegamos al Hotel Nacional, donde por fin recogimos las maletas del coche (aparcado en la puerta hasta el día que nos marchamos) e hicimos el check in. Descansamos un rato en el hotel y, como no teníamos mucha hambre, salimos a comprar algo para cenar, encontrándonos con un supermercado de la cadena Pingo Doce, que nos encanta, donde cogimos: agua, refrescos, ensalada, humus, pan, tomates (21’12€). Cenamos en el cuarto viendo varios capítulos de Homeland y La Casa de Papel.

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion