
Jueves 3 Octubre 2019
A lo largo de la noche nos despertamos bastantes veces, levantándonos sobre las 7:30. Desayunamos lo que había sobrado de los bocadillos del viaje y salimos en coche en dirección al Paseo de la Fama, uno de los lugares más míticos de Los Ángeles. Una vez en la zona, aparcamos en el centro comercial Hollywood Highland, pues al comprar algo en cualquier comercio, sin gasto mínimo, te validan el ticket y entonces las dos primeras horas salen sólo por 3$.

Una vez aparcado el coche salimos a la calle y caminamos por el Paseo de la Fama, con sus famosas Estrellas (hay más de 2000), manos y pies de famosos. Cuando llegamos las tiendas empezaban a abrir y además llegaban los primeros imitadores de Superman, Spiderman, etc.

En el mismo tramo, además de las Estrellas, se encuentran allí el Teatro Dolby (antiguamente llamado Kodak, donde entregan los premios Oscar), el Teatro Chino, el Teatro Egipcio, etc.


Aproveché para comprar una camiseta en una tienda de recuerdos, que ya me puse en ese momento (5,05€, devolviendo BNEXT 0’08€). En otra que se llamaba «Todo a 10 Dólares» en realidad estaba casi todo a 5$ así que aprovechamos para comprar un cable para mi móvil extra largo, un palo selfie y una gorra de California por 15’23€ (devolución de 0,23€ de Bnext).

Me dio pena que esa gorra la perdí cuando subimos las maletas al hotel que habíamos reservado en San Francisco (creo que debió de caer al suelo y alguien la cogió). En otra tienda cogimos un un cargador de mechero USB para el coche por 11’14€ (devolución de 0’17 de Bnext).

Tras darnos un paseo volvimos al Centro Comercial y aproveché para comprar ropa interior en Victoria’s Secret, pues tenían una oferta muy buena (un sujetador y dos bragas 40,55€ (devolución de 0,61€ de Bnext). Allí nos validaron el ticket y como tardamos menos de dos horas pagamos sólo 3$. Por cierto, hicimos unas fotos del cartel de Hollywood, que se ve desde la parte egipcia del Centro Comercial.


De ahí nos dirigimos a Beverly Hills, con su famosa calle Rodeo Drive, llena de tiendas de lujo, así como Sunset Bulevard. Comimos no muy lejos, en The Original Farmer’s Market, un lugar con numerosos puestos de comida variada.

El mercado dispone de aparcamiento, de hecho si consumes te validan la tarjeta del parking; a nosostros no nos cobraron nada. Pedimos dos platos para compartir de un puesto que se llamaba Magees:
-Combinado de comida mejicana
-Bocadillo de corned beef
Además de una cerveza y agua con hielo, pagando 33,64€ por todo (devolución de 0’5 de Bnext). Nos sentamos en una de las numerosas mesas que había en el recinto.
Tras la comida subimos por las colinas con el fin de ver el cartel de Hollywood. Llegamos a un punto en el que ya no se permite el paso de coches así que primero se quedó Pelayo arrimado en la acera y dentro de la pick up, para que yo subiese la cuesta con el fin de hacer varias fotos. Luego nos cambiamos, subiendo él a ver el cartel. El camino es corto, hay que caminar dos o tres curvas, pero en cuesta arriba.
Al bajar aprovechamos para pasar delante de la famosa casa del Principe de Bel Air, en Bel Air, pero es difícil de ver debido a la alta valla que la rodea.

Continuamos hasta el Venice High School, en donde rodaron la película Grease. Como había carteles en la puerta indicando que se avisase de la visita, le preguntamos a uno de los profesores que pasaba por allí, contestando que podíamos entrar sin problema. Al parecer a partir de las 15 horas se acaban las clases y se puede entrar sin problema (por la mañana, en horario lectivo entiendo que igual no dejan pasar). Aprovechamos para ir al baño y beber agua en las fuentes, además de hacer fotos de las taquillas, la pista, etc.


De ahí nos dirigimos a Venice Canals, un lugar idílico. Aparcamos gratuitamente en la calle (exactamente enfrente de 2500 South Pacific Avenue) y nos dirigimos a estos bonitos canales. Os recomiendo el paseo por los puentes, entre preciosas casas.

De ahí cruzamos caminando al paseo marítimo y al poco nos encontramos con Muscle Beach, donde había una buena cantidad de gente entrenando y varios gustándose.


Volvimos al coche y nos dirigimos a Santa Mónica, donde no econtrábamos aparcamiento y el cansancio empezaba a hacer efecto así que decidimos dirigirnos a Koreatown, lo que nos llevó una hora. Aquí el tráfico es infernal así que salid con tiempo si tenéis previsto algo importante. Entramos directamente con el coche en el Centro Comercial en el que habíamos estado el día anterior, con el fin de comprar algo de comida en el supermercado coreano de la planta baja para los desayunos en el hotel (28,45, devolviendo 0,43 BNEXT).

Volvimos al Motel para dejar la compra y ver si habían dejado la maleta pero no fue así, así que yo entré en modo enfado-desesperación. Menos mal que había lavado la camiseta que traía puesta y la había dejado a secar en el baño…
Esa noche cenamos nuevamente en el barrio, esta vez en una Barbacoa Coreana llamada Eight. Pedimos el menú más pequeño (62$), que incluía:
-ocho trozos de belly pork con distintos marinados y especias que la camarera fue haciendo en una plancha en la propia mesa
-diversos acompañamientos: maiz y co con kimchi, pasta, tofu, ensalada, encurtidos, ensalada de pasta, etc.
-Estofado de marisco pero por mi alergia lo cambiaron por kimchi con cerdo y tofu.
-Arroz
Estaba todo delicioso pero nos sobró bastante comida, pues era una barbaridad, así que nos la pusieron para llevar, como es habitual en USA. Pagamos, con una cerveza y 13$ de propina, 84,56€ (BNEXT nos devolvió 1,27€). Volvimos andando al hotel y a dormir.
Con el disgusto de la maleta no dormí nada bien así que de madrugada aproveché para hacer varias llamadas a España, momento en que las oficinas estaban abiertas:
-Central de Equipajes de la T4: donde amablemente me dijeron que no habían conseguido hacer el cambio de maleta entre los dos vuelos (cosa que no entendí porque las de Pelayo sí que llegaron) y que había ido en el vuelo del día siguiente, que probablemente la empresa de transportes la dejase al día siguiente en el hotel, facilitándome además el número de reclamación, pues Iberia en ningún momento me lo comunicó.
-Iberia: no me dieron soluciones, ni pidieron disculpas, y eso que contacté con ellos por teléfono, por mail, por Messenger y por redes sociales. Es una auténtica vergüenza cómo se han lavado las manos. Intentaré no volver a volar con esta empresa después de cómo se han comportado.
-IATI: empresa con la que contratamos el seguro de viajes, para que hiciesen gestiones con Ibera y me indemnizasen (me van a ingresar el dinero de los gastos de primera necesidad de estas horas sin maleta). Intenté contactar con ellos por el Messenger pero sólo conseguí información llamando por teléfono (en horario lectivo en España cuando no se trata de una urgencia médica). Remití toda la documentación que me pidieron, vía email, varias veces, y finalmente conseguí que me ingresasen a finales de Diciembre 2019 los 55€ de gastos de la camiseta, el cargador de teléfono y la ropa interior.
Dejar una contestacion
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.