Diario de Lisboa, día 8: Óbidos y Aveiro

Viernes 6 Mayo 2022

ÓBIDOS

Al día siguiente decidimos, antes de llegar a Aveiro, parar en el famoso pueblo de Óbidos. La verdad es que resultó ser un lugar precioso, aunque para mi gusto un poco turístico de más. Se trata de un recinto amurallado con calles empedradas peatonales, con mucho encanto. Subimos a la parte alta, desde donde había unas bonitas vistas, y allí sí que estuvimos solos, pues la caminata cuesta arriba al sol era durilla.

AVEIRO

Nos alojamos en una casa muy cerca de la playa llamada Costa Nova Surfhouse, que está a pocos kilómetros de Aveiro, concretamente en Gafanha da Encarnaçao. Se trata de una finca que pertenece a una simpática pareja, llamados Pedro y Elsa. Él es profesor de surf por lo que podréis contratar clases con él si os interesa; también disponen de bicicletas gratuitas para los huéspedes, ideales para andar por esta zona playera.

Alquilan varias estancias y pequeños apartamentos. El nuestro era un bonito apartamento que costó 50 euros la noche; contaba con todo lo necesario: cama de matrimonio, una litera, un sofá, una pequeña cocina con mucho menaje, microondas, nevera, tostadora, batidora, etc. Disponen de un amplio jardín, piscina, barbacoa, bicicletas, etc. Es un lugar ideal para disfrutar en familia o con amigos, Coincidimos con personal de un circo ambulante, lo cual fue curioso, pues ensayaban en la finca y nos tenían anonadados mirando para ellos todo el día. Desayunábamos y cenábamos en la finca, compartiendo con el resto de alojados y anfitriones buenos momentos.

Llegamos sobre las 14 horas a Aveiro y comimos en un local que no cierra al mediodía (pues en Portugal la mayoría de la gente come muy temprano y los locales cierran para la hora en la que se empieza a comer en España). Se trataba de una marisquería que estaba en la playa, llamada Marisquería Costa Nova. Esto fue lo que pedimos:

-Almejas

-Rodaballo para dos: acompañado de patatas, cebolla y pimienta como para una boda

Para beber pedimos un par de cañas, una botella de espumoso, Vértice DOC Douro, muy bueno, y dos cafés. Pagamos por todo 77’3, precio más que razonable dada la abundancia de comida y lo rico que estaba todo. De hecho ya no pudimos pedir postre…

Tras la comida nos fuimos a dar una vuelta por el centro de Aveiro, paseando por sus canales, Mercado de pescado, etc. Volvimos para el alojamiento, pasando antes por un supermercado cercano, donde compramos verdura y un par de ricas alheiras que hicimos en la barbacoa.