Diario de China, día 4: Muralla china, Tumbas imperiales, Mercado de la seda

Nos levantamos a las 6.30 y bajamos a desayunar; yo tomé sopa de noodles recién hecha con verdura, picante y cosas raras flotando pero que estaban muy buenas, dumplings, yogur, pancakes, leche y zumo. Acabe reventona… Tras el festín cogimos el bus a las 8.00 con dirección al segmento Badaling de la Gran Muralla China pero por el camino hicimos una parada en una FÁBRICA ESTATAL DE CLOISONNÉ, que es una técnica artesanal de decorar el metal, muy típica de Pekín. 
Cloisonné

Es una técnica que llegó a este país desde Bizancio, pero que ya conocían los antiguos egipcios. Los dibujos se hacen con una cinta de alambre a la que se le va dando forma según un patrón y luego se pegan a la superficie del jarrón. Una vez terminado el dibujo se pinta y se cuece, proceso que se repite alrededor de unas cinco veces; finalmente se pule para un acabado brillante. Es algo alucinante, un verdadero trabajo de chinos. En la tienda caímos y compramos unas pulseras y unos palillos chinos.

Haciéndose una foto con una de las etnias minoritarias
 

Tras esta visita finalmente llegamos a la GRAN MURALLA CHINA, 长城, sin embargo cuando llegamos estaba el día muy nublado el día así que no se veía demasiado bien cómo serpentea esta magnífica construcción por lo alto de las colinas.

Atalaya de la Gran Muralla
 
En el año 221 a.C., Qin Shi Huang, estableció la dinastía Qin, tras unificar China, siendo el primer emperador del país. Él ordenó construir un muro más allá del Río Amarillo para proteger los territorios conquistados. Sin embargo, al parecer, ya se había comenzado hacía 300 años y él lo que hizo fue unificarlos y mejorarlos. Se trata por tanto de una Fortificación que fue nombrada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987, reconstruida entre los siglos V a.C. y XVI para proteger la frontera norte del Imperio Chino de los ataques mongoles y manchúes. Tiene una media de 6-7 metros de alto y 4-5 de ancho, y contando las ramificaciones y construcciones secundarias alcanzaría los 8.800 km de largo, de los cuales sólo se conserva hoy en día un 30%. En su época dorada, durante el Imperio Ming, llegó a contar con un millón de guerreros pero durante su construcción se calcula que murieron 10 millones de trabajadores. En 2007 fue escogida como una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno. Tengo que deciros, como gallega que soy, que está hermanada con la muralla de Lugo, también Patrimonio de la Humanidad.

 

Gran Muralla China
Gran Muralla China
Pasaron varias dinastías: Han, Xin, Yuan, Ming, que construyeron nuevos fragmentos o alteraron su perfil hasta 1644. En esa época finalmente los manchúes consiguieron penetrar, estableciendo la dinastía Qing; de este modo Mongolia se anexionó al imperio por lo que las construcciones y reconstrucciones se interrumpieron. Los materiales usados son los que se disponían en cada región: caliza, granito, ladrillo cocido, tierra, arena, etc. Dicen que los muros se cubrían con arcilla para protegerla de la erosión y a su vez hacerla más difícil de escalar. A lo largo de la muralla existían distintas torres de vigilancia y cuarteles que se comunicaban con señales de humo para impedir los ataques.
Foto con militares que no se pueden mover
 
Esta zona de muralla que visitamos, llamada Badaling, protegía a la capital, por eso es la parte más cercana a Pekín. Está construida a base de piedra y ladrillo y cuenta con casi 8 metros de altura y 5 de ancho. Esta zona, al ser muy turística, está bien conservada, pues se restauró para las visitas, sin embargo llega un punto que, tras bastante caminar, ya no se puede continuar dado el mal estado (de hecho está cortado, no se puede seguir el paso). Lamentablemente las piedras de la muralla se han ido cogiendo, con el paso de las generaciones, para construir viviendas y carreteras.

He leído que la Gran Muralla realmente no se ve desde el espacio, pues tiene el mismo ancho que una carretera y un color similar al del entorno. Hay una leyenda que nos contó Chou en relación a la Muralla: el hombre de una pareja de recién casados comenzó a trabajar en la construcción de la Gran Muralla pero tuvo un accidente y murió. Su esposa esperó en casa varios días y, al ver que no regresaba, caminó hasta la muralla. Allí le contaron que su marido había muerto por lo que lloró tanto y tan fuerte que las paredes se abrieron y de ellas salió su difunto esposo. Así lo enterró siguiendo los rituales de la época y luego se suicidó.

Tramo con mucha pendiente
 
Chou nos dejó 2 horas para caminar libremente, comenzando el paseo por un tramo muy empinado (a veces parecía un muro) y de escalones muy irregulares. Pelayo y yo fuimos a buen ritmo, tanto que conseguimos llegar hasta la zona destruida, por la que ya no se puede continuar. Casi agradecimos que estuviera nublado porque el ascenso fue duro y así no pasamos mucho calor. Luego despejó un poco y pudimos hacer alguna foto bonita. Como habíamos sudado tanto y no volvíamos al hotel hasta por la noche compramos a unas señoras dos camisetas de la Gran Muralla (20Y cada camiseta).

 
 Comimos en un restaurante que estaba muy cerca de la puerta por la que subimos a la muralla. La comida no fue gran cosa, de hecho fue la peor de los 15 días.
Llamativa ropa para bebé
 
Más tarde visitamos una de las TUMBAS IMPERIALES de las dinastías Ming y Qing que se encuentran a las afueras de Pekín, en concreto vimos una de las trece Ming. Las Tumbas ocupan un área de 40 km2 y en ella se encuentran además veintitrés emperadoras, una concubina de alto rango y doce imperiales. Se trata de la mayor concentración de tumbas reales del mundo y además están muy bien conservadas.
Tumbas Imperiales
Tumbas Imperiales

Al finalizar la visita nos llevaron al famoso MERCADO DE LA SEDA, en donde el turista es atacado por todos/as las vendedores/as desde que entra hasta que sale. Cuando uno se interesa por un objeto al principio piden cantidades desorbitadas que bajan rápidamente. Para conseguir un precio bajo hay que estar un rato largo, pero un buen precio se consigue más fácilmente (al cambio salimos muy bien y es que a veces estamos peleando por uno o dos euros…). De todos modos ellos siempre hacen negocio, no sé cuánto valdrán realmente los objetos que venden… Pelayo compró una camiseta falsa de Denim por 50Y y yo una camiseta de estilo chino que parece de seda (150Y), varios apoya palillos, cuencos para soja, dos camisetas imitación de Paul Frank (50Y). Pelayo iba con la ilusión de comprar un reloj pero las falsificaciones eran muy pobres así que al final no quiso ninguno. Acabamos agotados de tanto regateo y grito…

Después cenamos PATO LAQUEADO en un restaurante que estaba incluido en el tour. Los aperitivos fueron muy abundantes y variados: arroz, bambú, bolas de berenjena rellenas de cerdo, verdura, gambas rebozadas, rollito de primavera (distinto al que comemos en España y la única ocasión en que lo vimos), pan chino con leche condensada, etc. La verdad es que la comida china está en general muy buena.

Camarero cortando el pato

Trajeron dos patos por mesa. El camarero los cortó primero en lonchas y luego nos mostró cómo se come:
1.Tomó una torta de arroz y la puso en el plato
2.Cogió unas lonchas de pato y las pasó por salsa de soja
3.Colocó las lonchas sobre la torta y añadió ajopuerro
4.Cerró la torta con los palillos (cosa para lo que hay que tener cierta habilidad) y listo para zampar

 

Camarero mostrando el procedimiento
 

Tengo que decir que estaba todo buenísimo y además la cena incluía una copa de vino chino, que fue la única vez que lo bebimos en todo el viaje (recuerdo que no estaba mal). Al volver al hotel tomamos un café con Javi y Carol y, al poco marchamos al cuarto, pues el cansancio comenzaba a hacer mella. Pelayo y yo aprovechamos para darnos un baño en la bonita bañera de la habitación, pues al día siguiente ya abandonábamos Pekín. Pelayo se sentía un poco resfriado así que empezó a medicarse.

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