Pazo Baión es una bodega que he visitado varias veces y es que, es un lugar con tanto encanto que a menudo llevamos a los amigos que vienen de vacaciones a Rías Baixas. La finca espreciosa, la visita es completa e interesante y el vino está bueno, ¿qué más se puede pedir?
La finca perteneció a varios de los nobles gallegos más famosos: los señores de Soutomaior, los Figueroa o los Sarmiento y, al parecer, las primeras referencias que hay sobre la misma datan del siglo XV.
En el siglo XX un emigrante gallego que volvió a su tierra compró la finca y reformó el Pazo, dándole la imagen que tiene hoy día con sus torres de estilo victoriano. Por aquella época ya se elaborara vino en la finca, pero también cereal y se criaba ganado.
Tras pasar por varios propietarios, entre ellos el famoso narcotraficante Laureano Oubiña en los años ochenta, fue comprada por la bodega CONDES DE ALBAREI en 2008. El renombrado arquitecto Césa Portela, Premio Nacional de Arquitectura, se encargó entonces de la reforma de las edificaciones, espacios y esculturas de la finca.
El pazo es conocido principalmente por la época en la que estuvo ligado a Oubiña pero en realidad el famoso capo gallego nunca llegó a vivir en él, aunque sí estuvo entre sus propiedades casi una década, posteriormente embargado durante la Operación Nécora. La gente todavía recuerda a las madres de los drogodependientes de la zona manifestándose en la verja de entrada…
Pazo Baión se encuentra cerca de Vilanova de Arousa y para visitar la finca hay que llamar antes. Podréis aparcar el coche en la puerta de la finca, en donde os encontraréis con una enorme verja y dos estatuas en lo alto: Adán y Eva.
Si no está la guía esperando en la puerta, entrad por el camino empedrado que custodia la pareja de metal y finalmente girad hacia la derecha, hacia un gran edificio de piedra, la antigua vaquería. Allí es donde está la tienda y la zona de catas.
La finca cuenta, además de la vaquería, con el majestuoso Pazo, la antigua vivienda de los caseros, la Bodega, el hórreo y el palomar. Cuenta con un total 22 hectáreas de terreno, siendo el viñedo más grande de la subzona del Salnés.
Pazo Baión podría definirse como vino de pago, pues toda la uva que se utiliza para su elaboración proviene de la propia finca. Sólo cultivan variedad Albariño, que va destinada a un único vino, fácil de reconocer por su elegante y original botella.
La visita comienza delante del Pazo, donde se pueden ver los diferentes escudos heráldicos que hay en sus paredes. La pena es que se encuentra sin restaurar por lo que no se puede visitar por dentro. Al parecer el grupo empresarial al que pertenece tiene en mente el restaurarlo y transformarlo en un bonito y acogedor hotel rural.
A continuación se visita el palomar, en donde al parecer a veces realizan catas. Continuando el paseo, salpicado de frutales que aportan su toque al vino, se alcanza el palmeral, desde donde se pueden admirar las mejores vistas de la finca. El traer palmeras de América era una típica costumbre de la época entre los emigrantes que retornaban a su tierra.
Esta última vez pude probar la uva, a la que le faltaba poco para vendimiar, y certifico que estaba dulce y muy sabrosa. Las viñas están en emparrado para favorecer la aireación e insolación de las mismas.
Volvimos a la vaquería, en donde hay una torre en la que antiguamente se almacenaba grano. En el centro de esta construcción hay un precioso patio en el que hoy día se celebran bodas; sin embargo cuando había ganado servía para algo muy distinto: recoger estiércol.
Pasamos a continuación al salón de fiestas, donde como cada vez que he visitado esta bodega, estaban ultimando los preparativos de una boda que se celebraría esa misma tarde (la verdad es que es un sitio espectacular para celebrar este tipo de eventos). Por si os interesase celebrar algún evento allí, que sepáis que el catering corre a cargo de la empresa RUTA JACOBEA.
Acto seguido pasamos a la zona de bodega, en donde vimos la mesa de selección, maceradores, prensa, tanques de
inox, embotelladora y algunas barricas con las que están haciendo varios experimentos. Este vino permanece en sus lías finas durante seis meses.
Subiendo por las escaleras al siguiente piso hay un mirador acristalado desde donde se puede divisar el trabajo de la bodega sin interferir en las labores (ideal para la época de vendimia).
Continuamos la visita por otras magníficas salas con unas espectaculares vigas de madera y subimos finalmente hasta la última planta de la torre, desde donde había unas bonitas vistas del terreno y del pazo.
Rematamos la visita en la tienda y sala de catas donde finalmente pudimos probar el vino de Pazo Baión,que presenta numerosos matices, aromas florales y cítricos. Es un blanco de guarda que mejora con el tiempo así que no tengáis prisa por beberlo.
En la tienda podréis adquirir Pazo Baión pero también otros de los vinos que elabora Condes de Albarei (por ejemplo, Condes de Albarei Carballo Galego).
La visita cuesta 10 euros/persona y estoy segura de que os encantará. Hay que decir que además la bodega destina el 5% de las ventas a la lucha contra la droga y a programas de reinserción socio-laboral de antiguos drogodependientes. Aquí os dejo la dirección de esta bodega:
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