VIERNES 12 JUNIO 2015
Por la mañana, tras muchos problemas que poco a poco fueron solucionándose, Pelayo firmó en la notaría la venta del piso de Tabaiba, ya pasadas las 14 horas (o sea, cuatro horas después de la cita). Pelayo había quedado para comer con dos amigos suyos, Mosteiro y Conchi, quienes, paradójicamente, escogieron el restaurante asturiano DON PELAYO. El local es muy tradicional, con una carta clásica, y un menú del día por 15 euros. Éste último incluía varias opciones de primero y de segundo, con muy buena pinta, así que pedimos cuatro menús.
Nada más sentarnos nos pusieron unos pinchitos de tortilla y a mayores Mosteiro pidió media ración de jamón, que estaba muy bueno. Yo pedí de primero fabes con almejas, correctas pero sin más; Pelayo pidió parrochas fritas, de las cuales algunas estaba buenas y otras mazadas; Conchi pidió fabada y al parecer estaba buena y Mosteiro no pidió nada de primero. De segundo Pelayo y Mosteiro pidieron rabo, muy rico, Conchi no recuerdo y yo atún en salmorejo que no estaba nada bueno. Los postres estuvieron mejor: milhojas, tarta de Santiago, arroz con leche y tarta de manzana, además pedimos cafés y chupitos. La comida estaba correcta pero para mi gusto un poco lejos de las sidrerías asturianas. Podéis ver la opinión que subí a Tripadvisor pinchando aquí.
Tras una larga sobremesa marchamos del restaurante, pagando Mosteiro la comida. Nos despedimos de ellos y caminamos hasta la Suzuki, pues Pelayo tenía mucha relación con ellos. Después cogimos el coche y nos acercamos al antiguo taller de motos de Pelayo, a las afueras de La Laguna, pero lamentablemente estaba cerrado. No hay mal que por bien no venga así que aproveché para volver al casco histórico de La Laguna y comprar unos riquísimos pasteles en la tienda que allí tiene ahora EL ADERNO.
Cuando yo vivía en Tenerife sólo había un local, en Buenavista del Norte, pero se ve que les va bien y han ampliado, y no me extraña porque los dulces que elaboran están buenísimos. Ahora hay al menos en Santa Cruz y La Laguna, además de poder encontrarlos en algunas tiendas gourmet o pastelerías de Santa Cruz. En La Laguna se encuentra en la céntrica calle Herradores, en donde compré una bandeja variada de seis pasteles, entre ellos el famoso Volcán del Teide, pagando 13’20 euros. Aquí os dejo la opinión que escribí sobre este negocio en Tripadvisor.
Volvimos entonces a descansar un rato al piso para luego pasear por la animada zona de la CALLE DE LA NORIA y alrededores. Es una calle muy bonita, llena de chiringuitos para tomar algo o cenar, os la recomiendo vivamente. Allí había quedado Pelayo con sus amigos Iván, Yolanda y Amelia, que ya estaban sentados en la terraza de EL PORRÓN cuando llegamos. Pedimos para cenar varias raciones (la carta, por cierto, es muy simpática y original).
Al poco de pedir para cenar nos sirvieron un poco de pan con aceite y una pasta de sobrasada riquísima, para ir abriendo boca. Las raciones que pedimos fueron las siguientes:
-Parrochas
– Carpaccio de pulpo con mojo verde
-Puntilla
-Tomate relleno de gambas al ajillo: al parecer una de las especialidades del local, riquísimo.
-Bienmesabe y Mousse de chocolate de postre
Pagamos por la cena de los cinco 74 euros, lo que me pareció muy buen precio y la verdad es que me gustó todo mucho, repetiría sin pensarlo. Aquí os dejo la opinión que escribí en Tripadvisor. Estuvimos de cháchara con ellos hasta tarde pero no quisieron ir a tomar nada después de cenar así que volvimos caminando hasta el piso.
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