Diario de Tenerife, día 3: comida en Casa Tomás y visita a la Casa del Vino

Nos levantamos sin prisa, desayunamos y a continuación fuimos a recoger a David, un amigo de Pelayo que casualmente estaba pasando unos días en la isla también, pero por motivos laborales, y tenía justo el día libre. Nos dirigimos al piso de Pelayo, en Tabaiba, antes de venderlo al día siguiente, y la verdad es que daba pena como lo dejaron de abandonado los sucesivos inquilinos tras varios años de alquiler. Pelayo tenía mucho cuidado con el jardín, en donde tenía muchas plantas, pero estaba todo seco. David y yo recogimos unas guindillas secas que había en el árbol, que posteriormente plantamos en respectivos hogares y dieron sus frutos, un bonito recuerdo de esta época.

Tras despedirnos del piso nos dirigimos a comer a CASA TOMÁS, pues teníamos antojo de las famosas costillas que allí preparan. Es un sitio sin pretensiones, en donde preparan comida canaria casera, con productos muy básicos, sin grandes elaboraciones, pero todo un clásico en la isla, de los que hay que visitar casi obligatoriamente.

Al llegar a la entrada hay que pedir un número como el de la charcutería, pues siempre está abarrotado, así que os recomiendo ir lo más pronto posible. Cuando llegamos nos dieron el número 94 así que nos fuimos a la barra a tomar unas cervezas Dorada, además de aprovechar el tiempo para ver las fotos de personas famosas que tienen colgadas en las paredes.

La carta es más bien corta: sopa, garbanzas, fabada, carne con papas, queso frito, etc., pero todo está bueno. Para beber pedimos una garrafa de vino tinto y media de blanco, ambos de la casa, pero no me gustaron demasiado. Para comer los tres tomamos lo siguiente:

-una ración de Garbanzas

-una ración de Pulpo: venían varios rejos con una guindilla de la “puta la madre” como dicen en Canarias (así que podéis imaginaros lo que pica), que los prepara el comensal a su gusto añadiendo aceite, vinagre y picando muy fina la guindilla

-una ración de Queso frito con mojo rojo y verde

-y las ansiadas Costillas con papas y piña de millo (lo más típico del restaurante, muy ricas)

 

De postre pedimos tres cafés, Quesillo, tarta Príncipe Alberto y Leche asada, pagando 67 euros entre los tres.  Por cierto, es de los pocos restaurantes que encontraréis en Tenerife abierto los domingos por la noche. Aquí tenéis la opinión que escribí sobre este local en Tripadvisor.

–Museo del vino: sala  dedicada al vino de las islas, que se encuentra en la antigua bodega de la finca, muy interesante.

–Casa de la Miel: explicación de cómo se elabora.

–Centro de interpretación de la agrodiversidad: donde podréis ver productos típicos de las islas (cereales, guindillas, papas, etc).

–Tienda de productos canarios: incluyendo salón para degustación de vinos y quesos.

–Cafetería: tiene una maravillosa terraza para tomar algo. Cuenta con una zona de repostería (Pastelería Díaz) y una serie de vinos canarios por copa muy interesantes.

–Jardines: en donde podréis conocer las variedades de uva que se cultivan en las islas y ver un montón de hermosas lagartijas, entre ellas el endémico Lagarto Tizón (Gallotia galloti), que es impresionantemente bonito.

Tras la visita nos sentamos en la terraza a tomar algo y a los pocos minutos llegó un amigo de David. Pedimos dos refrescos, una cerveza y un vino (TAGARA, de la DO Ycoden-Daura-Isora), pagando por todo 6’45 euros. A continuación nos despedimos de David y de su amigo y volvimos para el piso.

-Flor Bolaños 100% cuajo vegetal