Diario de Londres 2023, día 2: Battersea, Borough, Tate Modern

MIÉRCOLES 02/08/23

Nos levantamos sobre las 8 y bajamos a la cocina, donde mi hermana, que había pedido vacaciones para estar con nosotros, había desplegado un desayuno de campeones: embutido, salmón ahumado, humus, fruta, mermelada, quesos, etc. Como Mario necesitaba el coche ese día para ir a trabajar (pues algunos días teletrabajan y otros acuden presencialmente), decidimos pasar nosotros tres el día en Londres. Cuando estuvimos listos caminamos hasta la parada de tren de Horsham, que está a menos de diez minutos a pie de la casa, y allí adquirimos los billetes en la máquina que hay en la entrada a la estación.

Ticket de día completo
Barrio de Battersea

Al parecer hay unas horas puntas en las que los billetes son más caros así que esperamos hasta las 9:30 para ir a la estación y comprar los tickets de día completo para las zonas 1 a 6 (valen para tren, metro y bus). Al comprar el billete familiar, esto es para tres o más personas, nos salió 16’8 libras cada uno, que al parecer es un gran precio. Pasaban dos trenes cada hora (x:20 y X:50) así que cogimos el de las 9:50, que nos dejó en la estación Victoria de Londres alrededor de 50 minutos más tarde.

Battersea Power Station

Dimos un paseo hasta el barrio de Battersea, que se encuentra en la orilla del Támesis y originalmente dedicado a la industria. Su antigua central eléctrica es probablemente el edificio más emblemático de la zona, de hecho sale en la portada del disco Animals de Pink Floyd con un cerdo gigante. Dicha central se cerró en los años ochenta y permaneció cerrada hasta hace poco, pues gracias a una un consorcio de inversores malayos, se restauró y convirtió en un espectacular centro comercial.

 

Interior de Battersea Power Station

Hay un par de pequeñas exposiciones sobre el edificio, funcionamiento original, restauración, etc.,  muy interesantes (una dentro y otra fuera). Sus pasillos muestran restos de sus tareas originales, pues aún se pueden ver restos de grúas, la sala de control, etc. Además se puede subir en ascensor a una de las chimeneas (Lift 109), que fueron desmanteladas para posteriormente remodelarlas, pagando 16L.

Bar Control Room B

El edificio es espectacular, con mucho para investigar y numerosas tiendas así como restaurantes. Toda la zona se ha revalorizado gracias a este gran proyecto. Me gustó además que están marcadas las zonas de las turbinas, zonas de control, etc., y se ve la diferencia entre las dos partes que la conforman, construidas en dos épocas distintas. Al parecer hubo varias propuestas previas como convertirla en un estadio de fútbol, un casino, etc.

Bar Control Room B

Nos dimos una vuelta por el sótano, donde está una de las exposiciones, y fuimos subiendo plantas. No pudimos resistirnos a entrar en la tienda de Lego, donde pagando 6L, pudimos construir tres muñecos a nuestro gusto. Tras la visita a Lego aprovechamos para sentarnos un rato y tomar algo en el Bar Control Room B, donde se encuentra el antiguo puesto de control, un lugar estupendo y caro a partes iguales. Pedimos una Pink grapfruit soda para Maca, una IPA para Pela y un margarita para mí, pagando 27’9L.

Borough Market

Cogimos entonces el metro en la parada de Battersea Power Station hasta Borough Market (parada London Bridge), que a pesar de ser un lunes lluvioso estaba igualmente lleno de gente. Dimos una vuelta por los apetecibles puestos pero ya estábamos un poco cansados así que buscamos un pub cercano para comer sentados: Barrow Boy and Banker. Pelayo pidió un Cod pie y nosotras un Steak pie cada uno. Cada plato venía acompañado por guarniciones tipo y otra que escogía el comensal. Para beber pedimos una cerveza y tap water (agua del grifo que sirven habitualmente en una jarra y que es gratis), pagando por todo 69’69L.

Barrow Boy and Banker
Steak Pie
Barrow Boy and Banker
Cod Pie

Volvimos al mercado a buscar algo de postre decantándonos por un pastel relleno de pistacho que estaba riquísimo pero que quizás se pasaba de grande y al final se hacía un poco demasiado (tres por 14L), y unos cafés muy buenos (tres por 11L: descafeinado, capuchino y americano).

Tate Modern Gallery

Tete Modern Gallery

De allí nos dirigimos caminando a la Tate Modern Gallery, pues la última vez que estuvimos no nos había dado tiempo a ver todas las plantas. Llegamos sobre las 16 horas así que teníamos dos horas hasta el cierre, a las 18 horas. La entrada a las colecciones permanentes es gratis pero aceptan donaciones y de hecho te lo sugieren en todos los accesos; el acceso a las temporales sólo es pagando.

Tate Modern Gallery

Tete Modern Gallery

A las 18 horas salimos del museo y paseamos por la orilla sur del Támesis en dirección al Parlamento, zona por la que siento especialmente debilidad. A los pocos minutos de salir del museo nos topamos con una de las tiendas que más le gustan a mi hermana y no me extraña: Suck UK. Venden todo tipo de recuerdo, objetos para montar, curiosidades, inventos, etc., vamos que echamos un buen rato dentro y además no me pude resistir a comprar un par de cosas.

Vistas desde la cafetería de la Tate Modern Gallery
Gabriel’s Wharf

Continuamos por la orilla del río dejando atrás el skate park y llegando al London Eye. Desde allí hay unas estupendas vistas del Big Ben, que además acaba de recibir una limpieza que ha durado bastante tiempo y que lo tenía tapado con andamios. Atravesamos el puente de Westminster para hacer la famosa foto en la que se ve el Big Ben y la cabina de teléfono (antes había una sola, ahora hay muchas más). De hecho reprodujimos una foto que nos hicimos los tres en 2014, es decir, casi 9 años después.

 

Pasamos por la Abadía de Westminster y nos dirigimos ya hacia la Estación de Victoria, para coger el tren de vuelta a Horsham. Como aún faltaba un rato cuando llegamos a la estación, nos tomamos unas pintas en un pub cercano llamado The Phoenix (el local más ruidoso que he visto en UK), pagando sobre 8L por persona.

Paseo por el Támesis
«Skate park»
Vistas desde la base del London Eye

 

Parlamento

Tras 50 minutos de tren llegamos a la Estación de Horsham y de allí a la casa de Maca y Mario. Mario ya había cenado, pues llegamos bastante tarde, y él al día siguiente tenía que trabajar. Cenamos crema de calabacín, hortalizas, algo de queso y hummus, pero yo apenas comí, estaba muy llena todavía del mediodía.

El Parlamento con el Big Ben
Londres                 

 

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