Diario de Italia, día 11: Módica y Ragusa

Módica

MIÉRCOLES 27/10/2022

Amanecimos sobre las 9 en el BB Franco y Tina, en Ragusa, y desayunamos en la sala al efecto de la que dispone el alojamiento. Decidimos quedarnos una noche más allí pero la habitación doble con baño privado en la que estábamos tenía una reserva para ese mismo día así que tuvimos que cambiarnos a otra con baño compartido (40€). El baño se compartía entre la nuestra y otra más en la que había un trabajador alojado.

Etapa 5

Las visitas que teníamos previstas para el día de hoy era la ciudad de Modica, incluyendo su chocolatería, Ragusa Ibla y vuelta a nuestro alojamiento, sumando un total de 50 kilómetros (fue un día con más caminata que coche).

Módica

Tras el cambio de habitación cogimos el coche y nos dirigimos hasta Módica, que resultó ser la ciudad que más nos gustó de esta zona, es preciosa. Dejamos el coche aparcado en una calle gratuita, muy cerca de la Catedral de San Giorgio, que aprovechamos para verla por dentro (no cobran entrada). Llamaron nuestra atención las figuras del horóscopo del suelo, así como el reloj de sol.

Módica
Catedral de San Giorgio
Módica
Vistas desde la catedral

Caminamos después hasta el Castillo dei Conti, también gratuito. Allí estuvimos a nuestro aire por el enorme recinto, que dispone de unas increíbles vistas, unos calabozos, un enorme reloj, varios almendros (comimos unas cuantas), restos arqueológicos, etc. Nos gustó mucho la visita por variada y a nuestro aire. Tomamos nuevamente el coche para aparcar esta vez en la parte baja de la ciudad (1’85€ de ticket hasta las 17:18 horas, a pagar en parquímetros).

Módica

Módica

Fotos del Castillo dei Conti

Habíamos quedado a las 12:30 con Antonio, una amigo mío de la época Erasmus en Ginebra y que no volví a ver desde aquellos tiempos, fue una alegría reencontrarnos. Tomamos un vino en un local y luego nos llevó a comer a la Osteria dei sapori perduti pero resultó estar cerrada. Nos dirigimos entonces en A Putia ro vinu, un típico local, donde pedimos pasta con salchichas para Pelayo y raviolis para los demás (ya no pongo las fotos porque no tienen mucho interés, platos muy sencillos).

Foto con Antonio

Además un antipasto a base de salami, tosta con aceite y tomate, ricotta, crocchè de patata, arancia, empanada con queso, scaccia (como una empanada enrollada típica de esta zona de Sicilia), huevo cocido, aceitunas, verduras, etc. De postre un canollo para cada uno, muy bueno, y para beber tomamos un litro de vino de la casa, agua, dos cafés y dos chupitos de grappa (aguardiente de orujo), pagando 67€ por todo (Antonio no nos dejó pagar nada).

A Putia ro vinu

A Putia ro vinu. Módica

Tras la comida nos despedimos de Antonio y acudimos a la Antica Dolceria Bonajuto, a donde esa misma mañana había llamado para reservar pero nadie respondió al teléfono; nos dieron hueco entonces en la visita de las 16:00, en inglés (hay en inglés e italiano), pagando 8€ por persona. Antes de empezar nos hicieron firmar un documento relativo al COVID. Bonajuto es la fábrica más antigua de Sicilia, pues data de 1880, y sólo entrar a la tienda merece la pena, es preciosa. Además de chocolates elaboran dulces típicos modicanos y sicilianos, principalmente de origen árabe y español, así como turrones.

Antica Dolceria Bonajuto
Vistas desde Antica Dolceria Bonajuto

Comenzamos la visita, acompañados solamente por una pareja austríaca y su hijo pequeño, con un vaso de chocolate líquido frío que estaba exquisito. Pasamos al laboratorio, donde nos explicaron que compran cacao foráneo (pues en la isla no se da bien), lo catan para seleccionar el mejor y luego una máquina separa el grano de la cascarilla (que se utiliza como abono). El grano se muele, se añade azúcar y una máquina lo procesa para obtener un líquido que vierten en moldes. No utilizan leche, sólo agua, azúcar y los ingredientes que quieran añadir a mayores para obtener distintas recetas (vainilla, naranja, picante, sal, etc). Siguen la antigua receta azteca que trajeron los españoles cuando Sicilia estuvo bajo su dominio; el quid de la cuestión es que el chocolate se trabaja a baja temperatura, no superando los 45º, por lo que los cristales de azúcar no llegan a disolverse, dando una textura al chocolate granulosa que me encanta.

Taller de Antica Dolceria Bonajuto

Al final nos entregaron a cada uno una caja llena de dulces variados, con las delicias más representativas de la casa, además de un un licor de chocolate que estaba buenísimo. Además compramos varias tabletas variadas, pagando 14’7€. Tengo que decir que todas estaban riquísimas y que fue una tristeza el día que se nos acabaron.

Antica Dolceria Bonajuto
Tabletas
Caja de regalo con dulces variados

Volvimos a Ragusa donde aproveché para hacer algo de compra para la cena: queso DOP Ragusa y DOP Gorgonzola, bresaola, salami picante, cebollas a la brasa encurtidas (riquísimas), alcachofas encurtidas, grissini, anchoas de Palermo (muy saladas), bottarga seca de atún para llevarnos a España, y un vino de Vittoria (Valle del’Acate Nero D’Avola y Frapatto), pagando por todo 40’67€. Tras descansar un poco en el hotel pusimos rumbo a Ragusa Ibla, la parte más antigua de Ragusa.

Ragusa Ibla

Tuvimos que dejar el coche aparcado en la parte baja (encontramos una zona gratuita), pues sólo los residentes pueden acceder al casco antiguo. Subimos la cuesta a pie y nos dimos un paseo por la zona prácticamente solos, pues apenas encontramos gente a excepción de unos niños en la Piazza del Duomo de San Giorgio.

Cinabro

Cinabro

Entramos a echar un vistazo en un taller de carros típicos sicilianos que encontramos a nuestro paso llamado Cinabro, por si os interesa el tema (visita guiada 5€). Cuando anocheció el lugar estaba casi más bonito debido a las luces. Tras la visita volvimos al hotel y dimos cuenta de las ricas viandas que teníamos para cenar mientras veíamos la segunda parte de la película El Padrino, qué mejor lugar que Sicilia para ver la saga completa…

Ragusa Ibla

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