Diario de Ibiza, día 7: Cala Llonga y Bodega Ibizkus

JUEVES 20/10/2022

Nos levantamos sobre las 9 en nuestro alojamiento de San Antonio, Rita Hostal Boutique, y cuando estuvimos listos arrancamos con el coche de alquiler en dirección al chalet donde estaban Toni, Mamen y David, donde desayunamos un trozo de ensaimada. Toni, Pelayo y yo nos fuimos después al supermercado SUMA con el fin de pertrecharnos de viandas, pues habíamos invitado a cenar esa noche a María, Dani y sus tres hijos; la cena sería en su chalet pero cocinaríamos nosotros.

Bodega Ibizkus

El menú iban a ser un par de ensaladas de primero y de segundo pasta con carne picada y chorizo, que siempre tiene éxito entre los más pequeños. Además cogimos bastantes cervezas y varias botellas de vino de la zona para probar (124,78€).

Nos dirigimos entonces a Cala Llonga para dejar allí a Mamen y David, que preferían pasar la mañana en la playa, mientras Pelayo, Toni y yo  nos íbamos a visitar la Bodega Ibizkus, en donde nos esperaban a las 12. Por el camino tuvimos que rellenar el depósito de gasolina, pagando 58,79€.

David, Fany, Toni y yo en la bodega

Nos recibió David Lorenzo, el enólogo, que resultó ser gallego, concretamente del Rosal. Su mujer, Fany, era de la Guardia y algún trabajador más también había venido de la misma zona, así que fue una agradable sorpresa. David resultó ser hipermegasimpático y pasamos con él una mañana estupenda, probando todas las elaboraciones que preparan. Podéis leer el artículo de nuestra visita pinchando aquí.

Tabla de embutidos

Tras la visita nos invitaron a una estupenda tabla de embutidos en el bar de la propia bodega y cuando nos dimos cuenta eran las 16 horas. Intentamos reservar mesa en algún local de la zona pero estaba todo cerrado. David nos invitó entonces a su casa, pues vivía en la parte alta de la bodega. Mientras preparaba la barbacoa nosotros fuimos a comprar algo en el único ultramarinos que había abierto por la zona, pues al estar ya en temporada baja prácticamente todos los negocios habían cerrado. Aprovechamos para dejar a Toni en Cala Llonga con Mamen y David, con el plan de playa.

Fany, Pelayo, David y yo haciendo el payaso

Compré lo que quedaba en la tienda: sobrasada picante (riquísima), salchichas, ensalada, queso de Mahón y helados. Volvimos a la bodega donde David ya estaba preparando un magret de pato en la parrilla. Comimos los tres en un estupendo cenador, entre las viñas, idílico. Al rato llegó el terremoto de Fany con fleó, un postre que está buenísimo (es como una tarta de queso con hierbabuena). Como podréis imaginar probamos varios vinos y licores de la zona y de fuera, de la genial bodega de David y Fany.

Cuando nos dimos cuenta eran las 19:30 así que muy a nuestro pesar, pues nos hubiésemos quedado varios días allí con ellos, marchamos para San Antonio a preparar la cena. María había recogido ya hacía un rato a Mamen, Toni y David en Cala Llonga así que ya estaban en el chalet cuando llegamos.

Cena en familia

Primero cenaron los niños y luego los adultos. Las ensaladas fueron un éxito (una de de calabacín y otra de aguacate), así como el guacamole, y la pasta no había duda de que era un acierto. Fue una animada cena, aprovechando para probar los vinos rosados de la zona, decantándonos por el de Ibizkus. Sobre la 1 abandonamos el chalet en dirección al alojamiento, encontrando aparcamiento tras unas cuantas vueltas.

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