Bodegas Ibizkus. Ibiza

El 20/10/2022 visitamos la Bodega Ibizkus, en la isla de Ibiza, pues habíamos probado sus vinos durante nuestras vacaciones y nos encantaron. Escribí un mensaje a la bodega mostrando interés por conocer el proyecto y me contestaron enseguida: nos recibirían al día siguiente a las 12 así que allí nos presentamos.

Nos recibió David Lorenzo, un gallego del Rosal afincado en la isla desde hace años, el cual ejerce de enólogo de la bodega. La visita que hicimos fue interesante y divertida a partes iguales, pasamos un muy buen rato en su compañía, además de aprender muchas cosas. Además fue todo un lujo que el propio enólogo nos hablase de las variadas elaboraciones que están en proyecto y poder probarlas in situ.

A pesar de que los hallazgos de vasijas y ánforas indican que la tradición vinícola comenzó en la isla en el siglo VII a.D., durante la época fenicia, a día de hoy no hay muchas bodegas: Ibizkus, Can Rich, Can Maymó, Sa Cova, Ojo de Ibiza,… Según he leído, el siglo XIX fue el de mayor esplendor en la isla en cuanto a cultivo de viñedo y producción. Debido a la plaga de filoxera el cultivo de vid entró en crisis pero gracias a algunos payeses se mantuvo una mínima actividad de producción hasta la actualidad. Una muestra de que el vino forma parte de la cultura isleña y existen ganas de mantenerlo, es la Fiesta del vino que se celebra en San Mateo durante el mes de diciembre, con el fin de presentar el vino del año.

David nos contó algunas de las interesanstes costumbres extendidas por la isla como la de colocar las viñas en zonas de terreno que no se utilizaban para el cultivo, que en algunas ocasiones se asoleaban los granos, que existía la tradición de filtrar el vino con hierbas aromáticas, principalmente tomillo, que al parecer se sigue haciendo todavía en algunos lugares, etc.

«Vino de la tierra de Ibiza» es la Indicación Geográfica Protegida que ampara los vinos que se elaboran en la isla, aprobada en 1996. Las variedades que permite la IGP son varias: Monastrell, Tempranillo, Merlot, Cabernet Sauvignon y Syrah en tintos, así como Macabeo, Chardonnay, Moscatel de Alejandría, Moscatel de grano menudo, Parellada y Malvasía en blancas. Además existen otras que probablemente sean autóctonas pero aún queda mucha labor de recuperación.

El suelo de la isla es principalmente arcilloso, de poca altitud, y el clima mediterráneo, con veranos de alta temperatura y humedad, inviernos moderados, poco lluviosos, y gran número de horas de sol a lo largo del año.

Ibizkus dispone de 23-24 Ha de fincas (y nueve más que tienen preparadas para injertar), todas en régimen de alquiler, elaborando unas 60.000 botellas, según el año. Todo comenzó en 2006 cuando el distribuidor Javier Escandell decidió elaborar «vino de garaje» y otros socios se fueron uniendo, comenzando con el nombre Totem Wines. Tras un camino de altibajos en 2014 comenzó a ser asesorado por Dominique Rojou, muy conocido entre los amantes del vino en Galicia. Él aportó toda su experiencia y avances técnicos, empezando a darle importancia al suelo, con el fin de recuperar sus microorganismos y vegetación, utilizando la mínima cantidad de sulfuroso posible. El camino hasta hoy no fue sencillo, de hecho sufrieron una complicada sequía en la isla durante 2014-2015. A día de hoy, además de en España, venden parte de la producción en Suiza, Bélgica, USA, Japón, etc.

Las variedades que cultivan actualmente en Ibizkus son la Malvasía rústica, la Moscatel de grado menudo, la Massanet (autóctona), Esmor de ca (que significa almuerzo de perro), la Monastrell, la Vermellet (al parecer tinta con poco color, como la Bastarda), la Garnacha Tintorera, la Fogo Neu, la Llorá, etc.

David nos explicó que disponen de Monastrell en suelos arenosos, en pie franco, en zonas como San Agustín y San José, pero también en zonas de sedimentación, en vaso, en las áreas de Santa Gertrudis, Santa Inés y San Mateo, apreciando diferencias entre ambas que luego pudimos comprobar.

Ibizkus fue pionera a la hora de elaborar vino rosado, pues el típico payés era tinto, pero también en formas de elaborar como es utilizar el vidrio. Disponen de depósitos de inox, de cemento, de madera (de distintos tamaños), de terracota (vasijas de origen francés pero cocidas en China), de cerámica (de origen italiano y con poro más cerrado que las anteriores) y de vidrio (un wineglobe, que veíamos por primera vez en directo). Según el año se deja algo de raspón o no, permite la fermentación maloláctica o no (según acidez), fermentación de blancos y rosados en madera, etc. Por lo tanto, si analizamos la situación, las variaciones con las que trabaja David son infinitas: variedades de uva, suelos, recipientes, elaboraciones, etc. Tuvimos la suerte de probar varias de las elaboraciones:

-Cabernet Sauvignon y Monastrell, prensado directo, en pie franco, sin fermentación maloláctica, elaborado con uvas de la zona de San Jorge y San Agustín.

-Monastrell de San Mateo en vaso, amplio, más amargo.

-Monastrell de San Mateo y alrededores, recogido antes del segundo, más fino que el anterior.

-Monastrell en Wine Globe de 2021, recomendación de Dominique, que daba al principio ligeros aromas a Borgoña pero que finalmente demostraba personalidad mediterránea, elegante.

-Rosado 2022 elaborado con Monastrell en barrica nueva de roble francés, con trabajo de lías.

-Monastrell 100% en pe franco, al igual que el primero.

-Blanco 2022 elaborado con Malvasía, Chardonnay, Macabeo y Moscatel con barrica. No es fácil conseguir acidez, hay que tener cuidado en este caso con la moscatel y la malvasía, pues pueden acabar siendo pesadas.

-Malvasía 2022 elaborado en barrica de tercer año.

-Malvasía y Moscatel 2022 en barrica, con un punto de reducción.

-Monastrell en pie franco 2022, muy fino, que será la gama superior de la bodega. Fermentación en depósito de madera de forma troncocónica y posterior fermentación maloláctica.

-Can Bassó 2020 tinto: con raspón, elaborado en cemento; el hermano pequeño de Ibizkus.

-Ibizkus tinto 2020: elaborado a base de Monastrell, 25% en terracota y 75% en barrica.

-Ibizkus 2017: 100% Monastrell, se trata de una añada ligera. Elaborado en barrica usada de segundo y tercer año, algo de raspón y ánfora. Mostraba aromas a corteza, raíz, cúrcuma,…

Mientras catábamos los vinos en su estupenda zona de catas, nos sirvieron una riquísima tabla de queso, embutido y otras delicatessen. También aprovechamos para ver la tienda, con vino pero también otros variados productos de la isla. Fue una completa jornada de la que guardamos un imborrable recuerdo y es que estamos deseando volver a compartir con David un vino, sea en la isla o en nuestra tierra. Sólo me queda agradecer a todo el equipo la grandísima acogida que tuvimos, a partir dde ese día somos unos enamorados del proyecto, que llevamos en el corazón y que hace que cada vez que vemos una de sus bonitas botellas serigrafiadas se nos escape una gran sonrisa.