Diario de Ibiza, día 4: Ses Salines, Dalt Vila, Es Vedrá

Dalt Vila

LUNES 17/10/2022

Nos levantamos en nuestro alojamiento de San Antonio, Rita Hostal Boutique, y una vez que estuvimos listos nos recogieron Toni, Mamen y David en el Monumento al Descubrimiento de América, también llamado «Huevo de Colón» sobre las 9:30. Nos dirigimos al Parque Natural de Ses Salines, con la intención de dar un paseo por las salinas.

Parque Natural Ses Salines

Parque Natural Ses Salines

Una vez allí aparcamos en un gran parking que en verano es de pago pero en ese momento era gratuito. Sin embargo nos llamó Dani, quien se ofrecía a hacernos una visita guiada por Dalt Vila, el casco histórico de la capital de Ibiza. No pudimos declinar la invitación así que dimos la vuelta, pudiendo solamente hacer un par de fotos de la zona.

Vistas desde Dalt Vila
Dalt Vila

Aparcamos en el Parking del Soto, en la parte más alta de la ciudad. Subimos las murallas a través de unas escaleras y túneles, llegando a la parte más alta, desde donde hay unas bonitas vistas de la Playa d’En Bossa, Formentera, la Isla de los ahogados, el muelle de trasantlánticos, el barrio de pescadores, el puerto, etc.

Foto de grupo

Continuamos la ruta por el Ayuntamiento y Barrios anexos, el Mercado Viejo, el famoso Bar San Juan, etc. Paramos en la Plaza del Parque sobre las 14 horas para tomar algo: cañas, refrescos y un vermú (26’2€).

Miss Saigon

Miss Saigon

María había reservado mesa para comer a las 14:30 en un local llamado Miss Saigon, donde sirven especialidades vietnamitas. Está regentado por una pareja muy maja, ella es de Vietnam y él franco español, y puedo decir que la comida está realmente deliciosa. Para comenzar pedimos entrantes variados para compartir y probar un poco de todo (nems, rollitos, wantun, etc). De segundo cada uno pidió un plato: sopa pho, sopa wantum, pollo con citronella, cerdo con berenjenas. Las raciones eran abundantes y riquísimas. Para beber tomamos tres cañas, dos aguas y además un flan de coco de postre, pagando 133 euros por todo (es decir, 19 por persona).

Cala d’Hort

Tras la comida nos despedimos de María y Dani, que tenían cosas que hacer, y nosotros nos dirigimos a la zona de Cala d’Hort con el fin de ver la puesta de sol sobre el enigmático islote de Es Vedrá desde el mirador con el mismo nombre. Resultó haber una nieblina en el ambiente que daba aún más misterio.

Anochecer en Es Vedrá

Volvimos para el chalet de San Antonio, donde nos bañamos en la piscina, cuya agua estaba bastante más fría que la del mar. Tras el baño hicimos algo de compra y cenamos allí: ensalada, revuelto de gulas y champiñones, guacamole, helados, etc. Tras una larga sobremesa nos llevó Toni hasta nuestro alojamiento, el Rita Hostal Boutique sobre las 23:30.

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