Diario Costa Oeste USA, día 6: Calico y Las Vegas

LUNES 7 OCTUBRE 2019

Despertamos en el motel Economy Inn de Barstow sobre las 7:30 y aprovechamos para desayunar en el lobby del alojamiento mientras charlábamos con el dueño del hotel, un agradable señor de la India. Había café, té, fruta y dulces.

Economy Inn de Barstow, en plena Ruta 66

Economy Inn de Barstow

Tras cerrar las maletas y abandonar el hostal pusimos rumbo a Calico Ghost Town, a unos 20 km de Barstow. Este pueblo fantasma se fundó en 1881 debido al hallazgo de plata y borax en la zona.

Calico Ghost Town

El pueblo pasó de 40 a 1200 habitantes en su época de esplendor, llegando a contar con 22 Salones, un Barrio Chino y un Barrio Rojo. Se han contabilizado un total de 500 minas que produjeron una suma final de 86 millones de dólares en plata y 45 millones de dólares en borax.

Calico Ghost Town

Sin embargo Cálico acabó muriendo en 1907 debido a la bajada del precio de la plata y comenzó su evolución hacia un pueblo fantasma.

Calico Ghost Town

Gracias a Walter Knott, fundador de Knott’s Berry Farm, Cálico fue restaurado en 1951, al estilo de un típico núcleo del Oeste Americano, valiéndose de fotos de la época.

Calico Ghost Town

Sin embargo aún quedan algunas de las construcciones originales como el Bar Lil, el Edificio Municipal, la Casa de Lucy Lane o la Galería Smithy.

Calico Ghost Town

En 1966 Cálico fue donado al Condado de San Bernardino, quien lo gestiona en la actualidad como Parque Regional. La entrada cuesta 8$/persona; además hay camping y zona de caravanas para pernoctar, dentro del propio pueblo (pinchando aquí podréis visitar la web de Calico Ghost Town).

Calico Ghost Town
Cementerio
Calico Ghost Town
Tumbas al estilo del Farwest

Calico Ghost Town

Una vez que pagamos la entrada en la taquilla de entrada nos entregaron un mapa del lugar así que nos dirigimos a la primera parada que hay, el Cementerio, totalmente al estilo del Farwest: tumbas excavadas en el suelo y cubiertas con piedras. 

Calico Ghost Town
Estratos
Calico Ghost Town
Antigua mina

A continuación visitamos una de las minas y la famosa zona de estratos, donde se ven perfectamente las formaciones geológicas. Por la carretera que dirige al camping hay varias antiguas minas abandonadas en las que entramos pero apenas se adentraban unos metros en la roca. 

Calico Ghost Town
Proporción de los estratos

Finalmente entramos en la zona de casas, con un aparcamiento en la entrada, en donde no tuvimos problema para dejar a Titán, pues no había mucha gente. 

Calico Ghost Town

El lugar es verdaderamente bonito y uno se puede llegar a imaginar cómo era en su época dorada. Se puede entrar prácticamente dentro de todas las construcciones, pues son museos, tiendas, bares, restaurantes, etc.

Calico Ghost Town

Hay una pequeña línea de tren en la que se puede subir pagando aparte, pero no lo cogimos. Sí que pagamos 3$/persona más para entrar en las antiguas galerías, que conducen a la parte alta del pueblo, donde hay un mirador. 

Calico Ghost Town
Entrada a las galerías

En dichas galerías se pueden ver minerales, reproducciones de cómo vivían los mineros de la época, hay información de audio, una de las vetas más importantes de la zona, etc. Una vez que se llega al final y se sale al exterior ya no se puede volver a entrar.

Calico Ghost Town

Calico Ghost Town

Una vez en el mirador hicimos varias fotos y aprovechamos para ver la Escuela, que está al final del pueblo, y que es una fiel reproducción de la original (hay fotos de la original expuestas en la entrada).

Calico Ghost Town
Mirador
Calico Ghost Town
Escuela

Nos sentamos a tomar algo en un bar que había al lado, llamado Old Miner’s Cafe. Quise probar la famosa zarzaparrilla y la camarera me ofreció primero un chupito, menos mal, pues estaba terriblemente dulce. Al final pedimos un par de pintas de cerveza por las que pagamos 11’13€ (devolución de 0,17€ de Bnext), y que tomamos en la terraza del local mientras disfrutábamos de las vistas.

Calico Ghost Town

Calico Ghost Town

Tras el pequeño descanso bajamos caminando la calle principal hasta la entrada del pueblo, donde nos encontramos al Sheriff, quien amablemente accedió a hacerse una foto. 

Calico Ghost Town
Salón
Calico Ghost Town
Sheriff

Como ya era la hora de comer entré en Internet y busqué alguna recomendación por la zona. Comentaban que por la zona de Yermo había un local llamado Tita’s Den que estaba muy bien así que nos acercamos hasta allí, pues estaba a pocos kilómetros de Cálico.

Tita’s Den en Yermo

Se trataba de un local en plena carretera, con mesas en el exterior en el que había varios hombres de avanzada edad comiendo. Nos acercamos a la ventanilla, atendiéndonos un chaval muy majo que resultó ser de origen salvadoreño. Nos contó en perfecto español que su madre y él, ya nacido en USA, llevaban solos el local. Al parecer el neón que había encima era original. Pedimos lo siguiente:

-burrito: relleno de arroz, carne y frijoles

Tita's Den en Yermo

-Cheesburguer

Tita's Den en Yermo

-Patatas fritas

Tita's Den en Yermo

Para beber pedimos un Sprite y un agua, cobrándonos por todo 13$, pero le dejamos 15$. Nos puso además varias salsas (guacamole y picante) y dos chiles fritos que se comió Pelayo porque picaban bastante.

Tita's Den en Yermo
Salsas y chiles fritos

Tita's Den en Yermo

Estaba todo muy bueno, sobre todo la hamburguesa. Empezamos a charlar con los hombres que estaban sentados en la mesa de al lado, que enseguida nos preguntaron sobre nuestro origen.

Tita's Den en Yermo

Uno de ellos, un veterano de guerra (le faltaba una pierna) nos estuvo contando sobre Vietnam, lo cual fue una experiencia única, pues yo nunca había tenido oportunidad de hablar con alguien que hubiese vivido una Guerra (mis abuelos eran muy jóvenes durante la Guerra Civil Española por lo que apenas tenían recuerdos).

Veterano de la Guerra de Vietnam con su precioso Mustang

El hombre tenía un Mustang antiguo, muy chulo, pero falto de mantenimiento. Como nos interesamos por él nos dejó sentarnos y hacerle fotos. Tras una interesante comida nos despedimos del veterano y continuamos con nuestra ruta, que atravesaba una parte del Desierto de Mojave.

Desierto de Mojave

Antes de entrar en el desierto echamos gasolina en una de las pocas estaciones que encontramos (63$). El paisaje era el mismo durante kilómetros y kilómetros: Joshua Trees, matorral y arena gruesa. En mi opinión con cruzarlo y hacer unas fotos es suficiente, aquí podéis ver un pequeño vídeo.

Durante la ruta hacia Las Vegas nos llevamos un susto grande porque pensamos que un paracaidista tenía problemas y se mataba a nuestro lado en la carretera. Al final resultó que era un paracaídas solo, como podréis comprobar en este vídeo.

En Las Vegas había reservado habitación para dos noches en el Planet Hollywood con una oferta de última hora de Booking por 134$ (sin desayuno) o 123’69€ menos 1’86 de Bnext, pues al tratarse de Lunes y Martes los precios de las habitaciones bajan enormemente. Intenté primero reservar en otro hotel pero cuando le dí a «Aceptar», la aplicación me dijo que ya no estaba disponible. Booking nos cobró el importe de esta reserva pero nos lo devolvió a los pocos días. 

Strip de Las Vegas

Este hotel tiene cuatro Estrellas y se encuentra en pleno Strip (la avenida donde están los hoteles más conocidos de la ciudad y que ha acabado por convertirse en el nuevo centro turístico de Las Vegas). Más adelante os contaré cómo nos estafaron, no sé si el hotel o Booking, pues finalmente pagamos mucho más… Si vuelvo a Las Vegas no me alojaré en el Planet Hollywood, lo tengo claro, y es que además no es para tanto, los servicios nos parecieron poca cosa comparado con las Estrellas y el precio.

Cartel de Las Vegas

En cuanto entramos en la ciudad nos dirigimos al famoso cartel de Las Vegas para hacernos la típica foto. Cuando llegamos resulta que había una cola infernal y muchísimos coches aparcados en el parking que hay justo al lado. Tuvimos la enorme suerte de que salía uno en el momento en que nosotros llegábamos y pudimos dejar a Titán aparcado unos minutos; por cierto, no pagamos nada, pues no vimos ningún cartel ni barrera, simplemente vigilamos desde la cola que no pasase nada.

Pelayo y yo en Las Vegas

La cola estaba realmente montada por culpa de un vagabundo que organizaba al personal y hacía las fotos a cambio de una limosna. Pelayo y yo nos pusimos en un lateral y nos hicimos la foto sin esperar la cola, cosa que no le sentó muy bien al vagabundo pero nos dio igual.

Aquí vimos la primera boda, en un coche estupendo y acompañados por Elvis. Se dejaron amablemente hacer fotos y además me pidieron que les hiciese yo unas cuantas con su móvil. 

Tras la foto en el cartel nos dirigimos al Planet Hollywood pero nos costó un rato encontrar la entrada, pues la comparte con el Centro Comercial Miracle. Hice el check in mientras Pelayo me esperaba en el coche, muy cerca de la entrada a la recepción. La chica me dio a firmar un papel diciendo que era un depósito pero luego resultó ser otra cosa…

Casino

Luego aparcamos y subimos al centro comercial, que es gigante (incluye varios Casinos), y de ahí subimos hasta la planta 38, en donde estaba nuestra habitación. Todo el proceso al final nos llevó 50 minutos…

Habitación doble

La habitación estaba bien, moderna, con amplio baño y vistas a la montaña. Desde la ventana se veían pasar los helicópteros cada pocos minutos y es que es infernal el tráfico de estos viajes turísticos (y eso que no son baratos).

Vistas desde la habitación

Salimos a dar un paseo por el Strip, encontrándonos con todos los famosos hoteles: Bellagio (justo enfrente del Planet Hollywood), París (al lado), Caesar, Venetian, etc. Aprovechamos para ver el famoso espectáculo de las fuentes del Bellagio, que ocurre cada 15 minutos (podéis ver unos segundos pinchando aquí).

Hotel Bellagio
Hotel Caesar
Hotel Venetian
Hotel Venetian
Hotel Venetian
Hotel Venetian

Tras un larguísimo paseo, pues parece que las cosas están cercanas, decidimos buscar un sitio donde sentarnos y cenar. Buscamos en Internet y recomendaban, como local asequible, el restaurante Barbaque del Hotel Ellis. Nos pegamos otra caminata hasta el Hotel Ellis, que estaba en las calles traseras de nuestro hotel (zona a medio construir todavía, algo desangelada, radicalmente diferente al Strip).

Al llegar al hotel preguntamos por el restaurante y resulta que era uno de los dos que había dentro del Casino. Nosotros nos decidimos por el BBQ, como ya dije, pero cuando llegamos había bastante cola así que nos anotaron en una lista de espera. Mientras nos dimos una vuelta por el Casino y tomamos un par de pintas de cerveza, pues estaban baratísimas (2’5$ cada una).

Cena a base de costillas en el Hotel Ellis

Al rato oímos nuestro nombre por megafonía así que acudimos rápidamente al restaurante, donde nos sentaron en una amplia mesa para cuatro. El camarero fue muy amable y seguimos tocas sus recomendaciones. Pedimos una ración de costillas para cada uno y resultaron estar exquisitas. Venían acompañadas por maiz, frijoles y coleslaw (19$ la ración). Además pedimos una botella de vino, Ravenswood Zinfandel 2017 (24$). Pagamos en total, sumando 10$ de propina, 67’91€ (devolviéndonos Bnext 1’02€). Volvimos caminando hasta el hotel por calles bastante oscuras y desangeladas, confirmarmos que fuera del Strip hay poca cosa…

Hotel Ellis
Vino

En cuanto a la estafa, a los pocos días nos apareció un cargo llamado PH LODGING de 77’63€. Me puse en contacto con el Planet Hollywood y después de varios emails a varios lugares me aclararon que era una tasa de Resort que se cobra por la estancia y que fue lo que supuestamente firmé en la recepción. Me puse también en contacto con Booking para reclamar ese dinero, pues no figuraba en la oferta inicial, pero no obtuve ninguna respuesta.  Así que tened mucho cuidado con el hotel que reservéis en Las Vegas.

KILÓMETROS RECORRIDOS HOY:  260 Km

KILÓMETROS TOTALES:  970 Km

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