Diario Algarve, Huelva y Cádiz, día 13: Minas de Riotinto

JUEVES 24 SEPTIEMBRE 2020

Nos levantamos a las 8:45 y bajamos a desayunar al comedor de la casa rural Los Cinco Balcones, donde Miguel nos preparó un estupendo desayuno: tostada de pan gigante, jamón, aceite, tomate, zumo y café.

Desayuno en Los Cinco Balcones

Acto seguido nos dirigimos a la localidad de Minas de Riotinto con el fin de visitar el Parque Minero de Riotinto, a donde yo había llamado un par de días antes para reservar las entradas; sin embargo me dijeron que no era necesario, que con estar antes de las 10:30 en la ventanilla para comprar los tickets y distribuir los horarios de las actividades era suficiente.

Cerro Colorado

Cerro Colorado

De camino al museo Miguel nos recomendó parar en un Mirador que se llama Cerro Colorado, desde donde se ve la mina, los camiones entrando y saliendo, antiguas máquinas, etc. Como siempre fue un buen consejo. Al parecer se trata de una de las mayores minas a cielo abierto de Europa y uno de los mayores depósitos de sulfuros.

Parque Minero de Riotinto

Una vez en las instalaciones del Parque Minero de Riotinto dejamos el coche aparcado en las plazas de visitas, pues apenas había gente. En la ventanilla nos explicaron que hay una entrada básica, a la que se le pueden sumar otras actividades optativas que se pagan aparte. Nosotros visitamos todo: Museo Ernest Luch, Mina Peña de Hierro (hora de visita las 12), viaje en el Ferrocarril Turístico Minero (hora de visita 13:30) y Casa inglesa (después de comer, entrada libre), pagando 10€/persona. Con las entradas entregan un mapa explicativo, pues las atracciones están a cierta distancia, dentro del Parque Minero.

Parque Minero de Riotinto

Primero visitamos el Museo, que nos llevó alrededor de una hora, donde vimos antiguas máquinas, minerales, la reproducción de una mina romana (es un recorrido bastante largo, muy divertido), restos arqueológicos de la zona, etc., y es que la historia minera de la zona dura ya 5000 años. Cuando acabamos cogimos el coche y nos dirigimos hacia Peña de Hierro, que estaba a unos 10km, donde teníamos la visita programada para las 12.

Parque Minero de Riotinto
Peña de Hierro

Parque Minero de Riotinto

En Peña de Hierro primero proyectaron un interesante vídeo y luego, con una audioguía, se visita una antigua galería minera (por ello hay que ponerse casco, que amablemente cede el Museo, con un gorro de papel). Esta explotación a cielo abiertocomenzó en 1883 para explotar azufre y cobre; al parecer de ese punto nace el río Tinto. En los alrededores hay restos de antiguas construcciones y galerías, ideal para pasear y hacer alguna que otra foto. En este enclave hay oficinas del INTA (INstituto Nacional de Técnica Aeroespacial) y de la NASA, como explicaré más adelante.

Parque Minero de Riotinto
Peña de Hierro

Parque Minero de Riotinto

A las 13:30 teníamos la visita del Ferrocarril Turística Minero, que dura hora y media (22 km entre el trayecto de ida y vuelta). Esperamos en la estación hasta que apareció el tren, con vagones y máquinas originales. Os recomiendo sentaros en el lado izquierdo, según el sentido de la marcha, dado que la guía va dando interesantes explicaciones y un montón de interesantes cuestiones, que se encuentran principalmente a ese lado. No pasa nada si no conseguís sitio en el lado izquierdo, pues el tren vuelve por la misma vía así que, tras el descanso, podréis cambiaros de lado.

Parque Minero de Riotinto
Tren del Parque Minero

Parque minero Riotinto

El viaje en tren fue, para nosotros, la parte más bonita de la visita, así que os recomiendo que no os la perdáis (ya que no está incluida en la entrada básica). El tren sigue la antigua vía que iba hasta el mar para embarcar el mineral en el puerto de Huelva, por lo que se ven antiguas construcciones, yacimientos, máquinas, etc. Esta vía discurre al lado del llamativo río, cuyas aguas son rojas naturalmente, debido al alto contenido en hierro y minerales (y no a la contaminación como muchos creen).

Parque minero Riotinto
Viaje en Tren turístico

Parque Minero de Riotinto

La guía nos explicó que los animales no beben del agua, dada su gran concentración en minerales, y que la NASA junto con el Centro de Astrobiología investigan dese hace años la zona, pues están muy interesados en estudiar la composición del agua y suelo. En el río sólo crecen algunas algas, protozoos y bacterias quimiolitótrofas, como por ejemplo Thiobacillus Ferrooxidans. Estos microorganismos oxidan la pirita, los sulfuros y otros compuestos para obtener energía, produciendo a cambio una solución muy ácida de alta concentración en metales (principalmente el hierro, que es la que le da el color característico al río), alcanzando niveles de hasta 6 gramos/litro. El objetivo de los estudios científicos es determinar si la composición de Marte, con un subsuelo similar al de esta zona, tiene también un origen biológico. Este hallazgo podría ayudarnos a comprender mejor el origen de la vida en nuestro planeta. Podéis ver un pequeño vídeo de las aguas del Río Tinto pinchando aquí.

Parque Minero de Riotinto

Una vez que llegamos al punto de descanso, La Estación de Los Frailes, bajamos del tren y pudimos dar una pequeña vuelta por la zona mientras cambiaban la máquina del tren de dirección. Nos acercamos hasta las aguas del Tinto para comprobar su color y chapotear un poco en sus aguas rojas. Al rato nos llamaron y volvimos a los vagones, haciendo el mismo camino pero de vuelta (y ya sin explicaciones de la guía). Por cierto, podéis ver un par de vídeos del viaje en tren pinchando aquí o aquí.

Parque Minero de Riotinto

Parque Minero de Riotinto

Tras el viaje en tren fuimos a comer a un restaurante que nos había recomendado Miguel, llamado La Fábrica (previa reserva por teléfono, pues hay bastante turista por la zona). Esto fue lo que comimos:

-Ensalada de tomate con caña de lomo

Restaurante La Fábrica

-Ventresca de pez espada

Restaurante La Fábrica

-Castañuelas (glándulas salivales del cerdo)

Restaurante La Fábrica

-leche frita de postre

Restaurante La Fábrica

Estaba todo muy bueno pero nos pareció que las raciones eran un poco caras, aprovechando que la zona es bastante turística, como ya comenté. Pagamos por la comida, una caña, una botella grande de agua y un café 51 euros (teniendo en cuanta que por la estupenda cena en Aracena el día anterior, con vino, habíamos pagado 47€). En la mesa de al lado estaba Martirio con un equipo de grabación, pues estaban rodando por la zona. De hecho se subieron al tren de vapor que cogimos nosotros y se bajaron a medio trayecto, ellos solos, en una estación intermedia.

Restaurante La Fábrica
Casa 21

Tras la comida nos acercamos en el coche hasta la Casa nº21, última parte de la visita. Se encuentra en un antiguo barrio inglés llamado Bella Vista, en el que habitaban los directivos de la empresa minera. En él construyeron una iglesia presbiteriana, un club de reuniones, un cementerio, una biblioteca, pistas de tenis, fútbol, golf, bádminton, squash o cricket, billar, etc. Vivían aislados y rodeados de muros, al estilo de otras colonias del imperio: India, Sudáfrica, etc. Es por ello que el primer club de fútbol de España se fundó en Huelva, el Recreativo en 1889.

Es un edificio de tres plantas donde se exhiben diferentes objetos de la época así como el estilo de vida de los anglosajones, diferente al que se encontraron en España. Las minas de Rio Tinto fueron vendidas en 1873 por el gobierno español a los ingleses por algo más de 90 millones de pesetas (propiedad de suelo y subsuelo a perpetuidad); durante este período inglés Río Tinto se convierte en el mayor centro minero del mundo. Los ingleses fueron los que construyeron la vía de tren entre la mina y el puerto de Huelva (con 8 puentes y más de 300 km), con el fin de abaratar los costes. España recupera las minas en 1954, adquiriéndoselas a RT Company Limited.

Almonestar La Real

Almonestar La Real

Continuamos la ruta parando en Almonaster La Real, donde queríamos ver la Mezquita, construcción del siglo IX que fue reconvertida en Iglesia cristiana a principios del siglo XIII. Para ello hubo que subir a lo alto de una colina, pero la entrada es libre y gratuita. También pudimos observar sus famosos empedrados, casas típicas, capillas, etc.

Cortegana

Jabugo

La siguiente parada fue en Cortegana, donde hicimos unas cuantas fotos, y en Jabugo (capital de la DOP Jabugo). En su momento valoramos quedarnos en esta última a dormir pero resulta que no disponen de alojamientos y al parecer es una localidad bastante aburrida.

Peña de Arias

Peña de Arias

Continuamos hasta la conocida Peña de Arias Montano, que al estar en lo alto de la montaña, se divisan todos los alrededores. Allí nos volvimos a encontrar con la Martirio, que seguía grabando con su equipo (y ya van tres veces).

Linares de la Sierra

De camino a Aracena hicimos una última parada en Linares de la Sierra, pueblito famoso por los empedrados que hay en la entrada de las casas, todos diferentes. Al llegar a nuestro alojamiento nos tomamos algo con Miguel en el bar, y charlamos del intenso día que habíamos tenido. Él escucha siempre muy atentamente la información que le dan las visitas para ver qué recomienda y qué no, es un grandísimo profesional, además de divertido y buena gente.

Linares de la Sierra

Linares de la Sierra

Tras una ducha y un pequeño descanso en la habitación, nos preparamos para ir a cenar el Russes, en donde teníamos mesa reservada para las 21.30. Esta vez nos pusieron ellos, sin preguntar, lo que quisieron:

-tomate gigante de la zona (pues yo les comenté que soy una total amante de este producto)

Russes Gastrobar. Aracena

-Copa de huevo, patata y chorizo

Restaurante Russes. Aracena

-Alcachofas con jamón

Restaurante Russes. Aracena

-Raviolis de rabo

Restaurante Russes. Aracena

-Nido (precioso trampantojo) y flan de queso de postre

Restaurante Russes. Aracena

Restaurante Russes. Aracena

-Vino naranja Santa Águeda, DO Condado de Huelva, elaborado por Marqués de Villalúa mediante el sistema de criaderas y solera, maceración con cáscaras de naranja

Para beber, al igual que el día anterior, nos pusieron varias copas de vinos de la zona, pagando por todo 69’5€. La cena fue espectacular y la charla con ellos muy amena y divertida, es un local que llevamos en el corazón. Como ya os conté, es una familia encantadora compuesta por los padres, tres hijos (Jose, Javier y Jaime) y dos hijas: la madre cocina ayudada por los dos hermanos pequeños, los tres mayores atienden la sala y el padre supervisa que todo esté correcto. Comenzaron con una cafetería que, con el tiempo, decidieron reconvertir a restaurante. Llama la atención la profesionalidad que emanan, el interés por aprender y mejorar, los proyectos que tienen en mente para el futuro, etc., de verdad que es un local que deberíais de visitar si pasáis por la zona.

Russes Gastrobar

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