Diario Algarve, Huelva y Cádiz, día 14: Jamones Eiriz y Mérida

Mérida

VIERNES 25 SEPTIEMBRE 2020

Nos levantamos sobre las 10 y bajamos a desayunar al bar de Miguel, en la propia Casa Rural Cinco Balcones de Aracena, sus famosas tostadas con jamón y tomate. Tras el desayuno cerramos las maletas y pagamos la cuenta que teníamos en el alojamiento después de dos noches: 120 de habitación, 20 los desayunos y consumiciones varias, sumando un total de 152€. Nos despedimos, con mucha tristeza, de Miguel, gracias a quien pasamos tres días estupendos en Aracena, estamos deseando volver.

Jamones Eiriz

Nos dirigimos entonces a Jamones Eiriz, que se encuentra en la localidad de Corteconcepción, pues preguntado Miguel sobre una bodega para visitar, de pequeño tamaño y familiar, fue la que nos recomendó. Unos días antes yo había reservado la visita, que costaba 42’5€/persona; en un principio puede parecer caro pero os aseguro que merece la pena. Podéis leer sobre nuestra estupenda jornada en el siguiente artículo, dedicado en exclusiva a esta empresa familiar de productos de gran calidad.

Jamones Eiriz
Manuel, el guía

Abandonamos Jamones Eiriz sobre las 14:30, después de una estupenda mañana en la que aprendimos muchísimo. antes de marchar compramos un lomo (32€) y una paleta 100% ibérica y de bellota (163€), dando fe de que estaban buenísimos.

Habitación del Hotel Zeus

De ahí nos dirigimos a Mérida, donde reservé habitación en un hotel que me había recomendado mi tío, pues se había alojado en él varias veces, llamado Zeus. Estaba a un paseo de diez minutos del centro y disponía de parking y piscina (aunque estaba cerrada en ese momento), pagando 39€ en Booking. Dejamos las maletas, descansamos un rato y salimos hacia la oficina de turismo: allí nos dieron un mapa y nos explicaron el funcionamiento del Bono para seis atracciones: Teatro+Anfiteatro, Alcazaba, Área arqueológica de Morería, Cripta de Santa Eulalia, Circo, Casa de Mitreo y Columbarios. El bono, que vale 16€/persona o 8€ la tarifa reducida, no caduca, y permite la entrada libre a todos esos monumentos.

Mérida

Mérida

Nos dirigimos entonces a la Cripta de Santa Eulalia, pues era la más alejada del punto en el que nos encontrábamos y así ya la dejábamos vista. Se encuentra en los bajos de una Iglesia que hay que pagar aparte si queréis visitarla (2€); podréis ver varias tumbas y piezas arqueológicas halladas en la zona.

Mérida
Santa Eulalia y su cripta

Santa Eulalia y su cripta. Mérida

A continuación nos dirigimos a la Alcazaba, que está al lado del famoso puente romano. Es un amplio recinto amurallado con vistas al paseo donde se puede dar un bonito paseo y ver jardines, restos de la época, el aljibe, etc.

Puente romano
Aljibe

La siguiente parada fue en el Área arqueológica de la Morería, que se encuentra en los bajos de un edificio oficial, algo muy curioso, y con vistas a una calzada romana. Se pueden observar antiguas moradas romanas, tuberías, etc.

Área arqueológica de la Morería

Área arqueológica de la Morería

Estábamos bastante cansados así que decidimos ir al centro a tomar algo y dejar el resto de visitas para el día siguiente. Pasamos por la Plaza de España, donde se encuentra el bonito Templo de Diana y el Arco de Trajano. Tomamos un par de cañas en la terraza de un local llamado A de Arco (3’2€). Buscamos entonces un sitio para cenar y, una vez consultadas las redes sociales y webs de opinión, decidimos acercarnos hasta un restaurante llamado «De tripas corazón«.

Plaza de España de Mérida
A de Arco

Nos sentaron en la planta de arriba, con una bonita decoración, y pedimos los siguientes platos:

-Torta del Casar

De tripas corazón

-Alcachofas con foie

De tripas corazón

-Solomillo ibérico

Para beber al final tomamos un par de copas cada uno de un vino tino que nos recomendaron: Viña Puebla Selección, pagando por todo 59’4€. La antigua cocinera, de Jabugo, ya no estaba en el local, siendo regentado por un grupo de venezolanos muy amables. Nos pareció que los platos estaban ricos pero nos dio la impresión de que quedaba algún detalle por pulir (por ejemplo, calentar el plato en el que se sirve la carne para que no enfríe).

De tripas corazón

Tras la comida dimos una vuelta por el centro y aprovechamos para tomar un helado en Agustín Mira: dos medianos por 5€, riquísimos y de cantidad generosa. Volvimos hacia el hotel donde cogimos la cama con muchas ganas. Antes de dormir reservé dos plazas para hacer una visita guiada a las 10, por el centro de Mérida, con una empresa llamada Activa Tours.

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