Bodega Laureatus. Rias Baixas

Hace unas semanas visitamos la bodega LAUREATUS, que pertenece a la familia Oubiña-Somoza, y se encuentra en la zona de RÍAS BAIXAS, concretamente en la subzona del SALNÉS. Allí nos recibió Fernando Oubiña, quien amablemente nos enseñó las instalaciones y respondió a nuestras preguntas.

Según nos contó Fernando, su familia controla el proceso de producción de principio a fin, pues los viñedos son propios. Las primeras cepas fueron plantadas alrededor de los años 70, en sistema de emparrado para facilitar la aireación del cultivo. Disponen de 12 hectáreas repartidas en cuatro fincas (Saramagoso, Talide, Redondelo y O Couto) que se distribuyen entre los Ayuntamientos de Meis y Cambados, todas con orientación Sur-Suroeste, lo que permite una buena insolación y por tanto una correcta maduración de la uva. Todas las viñas que poseen son de la variedad Albariño.

Los métodos de recogida, selección y crianza son tradicionales, lo que contrasta con el edificio que alberga la bodega, de reciente construcción. Tras la vendimia manual y prensado se lleva a cabo la fermentación en depósitos de inox de 6.000 litros. Luciano Amoedo, enólogo, trabaja conjuntamente con la familia Oubiña-Somoza con el fin de elaborar vinos artesanales, con personalidad y carácter.

Los primeros vinos de la bodega empezaron a comercializarse en el año 2010. En la actualidad elaboran las siguientes referencias:

1.Laureatus: tras la selección de fruto las uvas se prensan a baja presión para posteriormente pasar a la zona de fermentación. El proceso de vinificación se lleva a cabo en depósitos de inox. Pudimos probar directamente de los tanques las añadas 2015 y 2016, con acidez contenida gracias a la fermentación maloláctica.

2.Laureatus lías: tras la selección de uvas de cepas de más de treinta años, éstas se prensan a baja presión para posteriormente pasar a la fermentación. Se mantiene sobre lías durante dos meses, con batonage. Tras un año de reposo se clarifica y estabiliza por frío. Probamos del depósito la añada de 2013, apreciando claramente un mayor cuerpo que el anterior.

3.Laureatus Dolium: en este caso las uvas fermentan en sus propias lías durante unos seis meses y posteriormente se utilizan barricas de roble francés de 3000 litros de capacidad, de segundo año y tostado medio. Probamos directamente del depósito las añadas de 2015 y 2016. Apreciamos menos toque a madera en la añada 2016, pues al parecer la barrica utilizada en este caso era más antigua que la destinada a la añada 2015. Por cierto, dolium siginifica barril en latín.

4.Reveleste: en este caso, tras la selección, prensado y fermentación, se ensamblan diferentes depósitos. Pudimos probar directamente del depósito la añada 2016 y la 2015 ya embotellada. Al parecer el reveleste es un tipo de viento que entra de tierra a mar y Fernando, cuando era niño, escuchaba a menudo a los marineros haciendo referencia al mismo.

Además tuvimos la gran suerte de probar otras dos rarezas:

-Vendimia tardía: vendimiado en Noviembre de 2012, con bastante botritis, se trata de un experimento que no se volvió a repetir por el momento.

-Vino familiar: vino que únicamente se destina para el consumo familiar en fechas señaladas. Comenzó siendo un ice wine pero a medida que fueron consumiendo líquido del depósito se fue rellenando con vino sobre lías para que no se oxidase.

Fernando calcula que este año 2017  sacarán 100,000 botellas al mercado. Actualmente el 30% de la producción se vende en el extranjero y esta tendencia sigue creciendo, de hecho van a empezar de inmediato a vender producto en USA. Dentro de su cartapacio se encuentran también orujos.

A la familia, sin embargo, se le conoce en la zona por otra de sus empresas, MARISCOS LAUREANO, pues la elaboración del vino fue un negocio posterior. Tuvimos la suerte de poder visitar la nave que tienen en Tragove (Cambados) y ver cómo asientan marisco desde hace décadas. La empresa fue creada por Laureano, el padre de Fernando, en 1989, con una filosofía muy clara: más vale calidad que cantidad.

Disponen de varias piscinas con modernos sistemas de depuración donde el agua de mar está en continua renovación, de este modo que el marisco se encuentra como en su medio de vida natural, llegando a destino en perfectas condiciones. Disponen de dos tipos de marisco:

–de batea: lo compran en estado alevín y lo cultivan durante un año en las cuerdas de las bateas (mejillón, ostra, zamburiña, etc.)

–de subasta: lo compran en todas las lonjas del territorio gallego, según la época, a través de comisionistas (ostras de arrastre, navajas, almejas, berberechos, etc.).

En la nave de Tragove se etiqueta y empaqueta el marisco para ser posteriormente distribuido a numerosos puntos de la geografía española, tanto a profesionales como a particulares. El producto de Laureano es insuperable, lo digo por propia experiencia, y es que nunca nos ha fallado (además de ser de una calidad excelsa). Al tener una gran rotación de producto podéis estar seguro que el marisco que adquiráis es fresquísimo, sobre todo en Navidad, que es la campaña de mayor trabajo.

Es un interesante lugar que os recomiendo visitar y, además, también podréis comprar género directamente (muy buena relación calidad precio). Nosotros ese día nos llevamos unas ostras que estaban exquisitas. Aquí tenéis más información de Mariscos Laureano.