Diario Algarve, Huelva y Cádiz, día 19: Las Médulas y Trives

JUEVES 30 SEPTIEMBRE 2020

Nos levantamos sobre las 8 para llegar con tiempo a Las Médulas para hacer la visita guiada de las 10. Dejamos el Hotel de Los Templarios (por 36€ no se puede pedir más, pues era céntrico y con buenos colchones). Al salir de Ponferrada vimos el precioso Castillo, la verdad es que me quedaron ganas de visitarlo.

Castillo de Ponferrada

La primera parada fue en el famoso Mirador de Orellán, en el que estuvimos solos. Fue una pena porque al llegar tan temprano el sol no estaba muy alto y esta una parte de Las Médulas en sombra; aún así la vista merece la pena. Allí se encuentra la Galería Orellán pero no pudimos verla porque no abría hasta las 11.

Las Médulas desde el Mirador de Orellán

Nos acercamos entonces al Aula Arqueológica donde por 5€/persona la guía nos acompañó durante la visita al Museo, explicándonos el origen de las Médulas, la vida que llevaban los Astures en los Castros y los cambios que hubo con la llegada de los romanos. El Imperio romano explotó el oro en la zona noroeste de la península a o largo de los siglos I y II, valiéndose en esta zona de los astures como mano de obra. Os cuelgo una foto del mapa que nos facilitaron, que es muy claro.

Aula Arqueológica
Mapa de Las Médulas

Luego caminamos entre las casas típicas y restaurantes hasta el Centro de Visitantes, desde donde otra guía nos acompañó por la Senda Valiñas hasta las Médulas.

Viviendas típicas
Centro de Visitantes

El paseo duró desde las 11:30 hasta las 13:45 y la guía nos fue explicando la explotación de castaños de la zona (ya había en la zona pero cuando llegaron los romanos aplicaron el cultivo extensivo), el funcionamiento de las Médulas, diversas anécdotas, etc.  Alguno de los puntos más célebres de la ruta fueron La Cuevona y La Encantada, que estaba llenas de nidos de pájaros. La guía, llamada Isabel, fue muy agradable y simpática, nos hizo pasar una buena mañana.

Castaños centenarios

Las Médulas son consideradas como la mayor mina a cielo abierto del imperio romano y una obra de ingeniería sin igual, que fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997. El humano, por su ambición de obtener oro, modificó el paisaje mediante el método de la ruina montium, que consiste en hacer pasar agua en gran cantidad y velocidad a través de galerías ciegas previamente excavadas.

Paseo por Senda Valiñas

El aire comprimido por el agua provocaba la destrucción de las montañas; el material desprendido se lavaba mediante canales de madera, utilizando brezo como filtro para retener el oro, y el de desecho se acumulaba en montones (llamados pedreiras, murias, etc). Estos últimos eran tan numerosos que llegaron a cerrar el paso de agua, lo que dio lugar a la creación del lago de Carucedo. En el Aula nos explicaron los métodos y se puede admirar en las maquetas la entidad de la actividad; también se pueden ver varios Castros y asentamientos por la zona de los antiguos astures. La mina se abandonó en el siglo III, pues dejó de ser rentable así que la población se dedicó a la agricultura y el cultivo de castaños, continuando así la modificación del paisaje.

La Encantada

Tras la visita guiada, que remató en el Centro de Visitantes, buscamos un local para comer que tuviese botillo, decantándonos por uno llamado Durandarte. Había un menú del día que lo incluía por 18€, pero también tenían otros más baratos sin él. Nos sentamos en la agradable terraza que tenían en la parte trasera y la camarera fue muy atenta y amable en todo momento. Pedimos:

-Primeros: Lacón con pimientos para Pelayo y Ensalada para mí

Restaurante Durandarte. Las Médulas

Restaurante Durandarte. Las Médulas

-Segundo: un botillo con chorizo, berza y garbanzos para cada uno (yo no me pude acabar la ración)

Restaurante Durandarte. Las Médulas

-Postre: Mousse de limón y Natillas

Restaurante Durandarte. Las Médulas

Para beber pedimos un par más de cañas que no estaba incluidas en el menú y un café, pagando por todo 40’6€. Estaba todo rico y abundante. Por cierto, nos recomendó una chica de la zona un restaurante que queda pendiente para otra vez: Casa Gelo, en Villadepalos, donde al parecer sirven unas riquísimas truchas y anguilas.

A Poboa de Trives

Tras la comida nos metimos en el coche en dirección a Vigo pero no nos apetecía todavía ir para casa así que decidimos parar una última noche en el Hostal La Viuda de Trives, de nuestro amigo Anxo y su encantadora familia.

A Poboa de Trives

Llegamos a Trives sobre las 17 horas al alojamiento, donde ya nos esperaba Anxo con la llave del cuarto, nos alegramos mucho de verlo. Dormimos un rato en el cuarto y luego salimos a pasear por el pueblo. Aprovechamos para ir hasta la entrada de la localidad, donde se encuentra la fábrica de Bica de Trives, donde elaboran unas riquísimas bicas. La bica es un bizcocho típico de la zona cuyos ingredientes principales son la harina, los huevos, el azúcar y la manteca de cerdo (todos los productos que usan son naturales, sin conservantes, hay que consumirlos en un tiempo razonable). En la época pre-covid se podían visitar las instalaciones pero ahora ya no, hasta nuevo aviso, así que no pudimos verlas. Los visitantes sólo acceden a la tienda, que está en la entrada, y allí pueden adquirir bica pero también tartas de almendra, almendrados, roscones, cocadas, miel, galletas de castaña, etc. Nosotros compramos tres bicas para regalar, pagando 8’8€ por unidad.

Bica de Trives

Volvimos hacia el pueblo y nos sentamos en la terraza de un local llamado Boliche pero la camarera, una chica muy joven, no nos hizo ni caso así que después de 15-20 minutos nos levantamos (ella se dedicaba a fumar y hablar con unos amigos que estaban en la puerta del local pero la comanda no la servía). Acabamos en otro llamado Sky donde tomamos tres cañas por 4’8€, poniéndonos de aperitivo gratuito unas aceitunas y unos trozos de queso.

A Poboa de Trives

A Poboa de Trives

La cena fue en el restaurante del Hostal La Viuda, pues Anxo cocina como los ángeles. Pedimos el menú pero a mayores nos sirvió lacón y zamburiñas así que yo no pude acabarme todo:

-Lacón

Hostal La Viuda. Poboa de Trives

-Zamburiñas

Hostal La Viuda. Poboa de Trives

-Primeros: Croquetas de pescado para Pelayo y caldo para mí

Hostal La Viuda. Poboa de Trives

Hostal La Viuda. Poboa de Trives

-Segundos: Perdices para Pelayo y Merluza a la romana para mí

Hostal La Viuda. Poboa de Trives

Hostal La Viuda. Poboa de Trives

-Postres: Flan de café y Helado de limón

Para beber Anxo nos puso un estupendo Sílice blanco. Tras la cena charlamos animadamente con Anxo hasta que nos fuimos a dormir.

Hostal La Viuda. Poboa de Trives

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