
Teníamos muchas ganas de acudir a alguno de los restaurantes de Dabiz Muñoz así que en una de nuestras visitas a Madrid nos acercamos hasta El Corte Inglés de Serrano, en el número 52 de la calle, pues allí se encuentra StreetXo, en donde no admiten reservas.
StreetXo se encuentra en la última planta del centro comercial, en la que además hay una terraza muy chula para tomar algo y la heladería Rocambolesc de Jordi Roca.
Al no admitir reservas la única opción que existe es hacer cola (y gracias que existe). Nosotros fuimos el lunes 26 de Octubre de 2015, a las 13 horas y llegamos los primeros. A las 13:30 puntuales abrieron la puerta y nos fueron distribuyendo alrededor de la enorme barra que se encuentra en el centro del local.
Los cocineros se encuentran dentro de la barra preparando los platos, con una rapidez pasmosa y como si de un show se tratase. Hay también unas cuantas mesas con terraza, separadas de la barra, pero desde allí no se ve la cocina.
En cuanto nos asignaron asientos apareció una camarera para ofrecernos un cóctel, una de las especialidades de la casa. Nos preguntó si lo queríamos dulce, amargo, exótico, etc. Éramos tres comensales con tres gustos diferentes: amargo (le trajeron Lampari con vermú rojo), dulce (ofreciéndole uno de piña asada, muy rico) y exótico (trayendo uno de maracuyá y jengibre).
Como los platos se preparan en pocos minutos, recomiendan no pedir todo de golpe, sino poco a poco. Nos decantamos por las siguientes preparaciones:
-Ancas de rana
-Raya en tamal
-Lasaña coreana
Algunos los sirven sobre papel encerado (lo cual es muy práctico a la hora de limpiar) y se come con la mano o con cubiertos de plástico que hay en la barra. El cocinero explica cómo hay que degustar los platos para disfrutarlos al máximo. Nos encantaron todos, sobre todo por la gran mezcla de ingredientes, los toques orientales y los picantes.
A continuación pedimos una segunda ronda de platos:
-Sandwich Club
-Dumplings de cerdo y fresa
Si tengo que escoger uno, me quedo con este último, pues me pareció una auténtica exquisitez. Finalmente pagamos alrededor de 35 euros por persona. Me quedo con ganas de probar todos los platos de la carta.
Volvería todos los días por lo buena que está la comida y por el espectáculo de los cocineros; son todos jóvenes, con mucha personalidad y talento. Lo único que cambiaría es la música, que para mi gusto está un poco alta.
Sólo decir que es ideal para ir dos o tres personas como mucho, pues el sitio no es amplio y las raciones son difíciles de repartir entre más de dos. Me gustó mucho la idea de Dabiz, fue una experiencia muy divertida. Aquí podréis ver más fotos.
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