
DOMINGO 14 JUNIO 2015
Hoy nos levantamos tarde y, tras desayunar los pastelitos que quedaban de la pastelería El Aderno, volvimos a coger el coche. Esta vez la ruta fue desde Santa Cruz hasta Arafo, Los Loros, El Portillo, Parque Nacional del Teide, Lavas Negras, Chío, Santiago del Teide, Alto de Erjos, El Tanque, Garachico, Icod de los Vinos, La Guancha, Los Realejos, Santa Úrsula, La Quinta y Puerto de la Cruz. Como Pelayo corrió una época en rallyes por la isla, quiso enseñarme estos días alguno de los tramos más emblemáticos de Tenerife.
Volvimos a pasar por El Teide, en donde esta vez paramos a hacer unas fotos en el ZAPATO DE LA REINA, desde donde hay unas bonitas vistas del volcán. El viaje en coche por LAVAS NEGRAS fue impresionante, parecía que íbamos directos al fin del mundo.
A continuación fuimos bajando por todas las localidades que ya reseñé más arriba hasta GARACHICO, que es un pueblo que me encanta. Sin embargo no encontramos sitio para aparcar, ¡¡qué rabia!! En estos momentos se echa de menos la moto…
Comimos en un restaurante que hay en La Guancha que le gustaba a Pelayo, EL PINALETE. Resulta que el pueblo estaba en fiestas y había un montón de preciosos coches antiguos aparcados por la avenida principal.
El local es modesto, sin grandes lujos. Mientras esperábamos la comida nos pusieron unas típicas cortezas de cerdo con gofio, acompañadas por una salsa alioli. Pedimos vino tinto de la casa para beber y una botella de agua. Esto fue lo que pedimos:
-Queso frito con mojos, rico y abundante
-Croquetas (no nos gustaron demasiado, pues apenas tenían sabor)
-Conejo en salmorejo, muy rico, acompañado por papas arrugadas
-Solomillo con papas fritas y salsa de champiñones (menos mal que la pedimos aparte, pues era la típica de sobre, no nos gustó nada).
Para rematar un café solo y un “Leche y leche” para mí (café con leche y leche condensada en la base), pues ya no pudimos con el postre, pagando 28 euros entre los dos, lo cual me pareció muy buen precio. Después seguimos hasta el PUERTO DE LA CRUZ, otra localidad que me encanta de Tenerife, pero fuimos directos a casa de Jorge y Mati, unos amigos de Pelayo que viven en un chalet a las afueras. Tomamos una cerveza con ellos en su casa y luego bajamos al Puerto a tomar algo en el bar MINIGOLF CLUB, que tiene minigolf para que sus hijos, Marta y Javi, jugasen un rato mientras nosotros charlábamos.
Allí pedimos batidos, smoothies y un mojito mientras los niños jugaban. Luego compramos unos dulces en otra de las pastelerías de El Aderno, que estaba justo al lado: rosquetes, merengues, galletas con especias y una trucha rellena de batata (que en realidad es una empanadilla dulce). Todo estaba riquísimo y bien de precio, pues pagué 13’10 euros en total. Este local es bonito y además cuenta con cafetería y terraza en donde podréis disfrutar de sus ricos dulces acompañados por un café.
A continuación paseamos un rato, admirando las vistas del Puerto de la Cruz, el Lago Martiánez y sus playas de arena negra. Volvimos al coche y nos despedimos de ellos, pues habíamos quedado para cenar con mis antiguos compañeros de prácticas en la AREPERA CANAIMA, donde al parecer cocinan muy bien y hacen unas arepas un pelín diferentes.
Cuando llegamos a la arepera resulta que estaba cerrada así que estuvimos barajando otros locales, pero ninguno abría los domingos… Y lo peor de todo es que me quedé con el antojo de arepas… Al final acabamos en un local de Santa Cruz llamado KULTO AL PINCHO, que fue de lo poco que encontramos abierto.
El sitio era lo de menos, pues hacía muchos años que no veía a Sergio, Cayali, Nati, Esther y Dania. En el local no tenían demasiadas cosas de comer a esas horas del domingo, pero hicieron todo lo que pudieron: sacarib para picar queso, jamón, unos huevos estrellados y unos montaditos, para beber vino blanco de EL LOMO (Listán blanco, Vijariego, Gual, Verdillo y otras más) de la DO Tacoronte-Acentejo. Pasamos una muy buena velada, poniéndonos al día.
Tras la cena unos cuantos marcharon para casa, pues madrugaban al día siguiente, pero Dania, Nati, Pelayo y yo buscamos un sitio para tomar una copa, lo que fue imposible. El único sitio que encontramos abierto sobre las 12-1 de la noche fue un kebab (SULTAN KEBAB II, en la Avenida Francisco La Roche 21), en donde nos invitaron amablemente a sentarnos. Tomamos unas cervezas y refrescos hasta tarde y luego volvimos para el piso, pagando 7 euros por cuatro consumiciones.
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