Diario Sierra Nevada y Málaga, día 7: Málaga

SÁBADO 04/03/2023

Amanecimos en nuestro precioso y céntrico apartamento de Malaga Sun Apartaments, del cual por cierto finalmente no probamos la piscina, pues en Marzo hizo buen tiempo pero no como para bañarse. Tras el desayuno Víctor se fue en coche a recoger a Yago y mientras Pelayo, Tali y yo nos dimos una vuelta por el centro de Málaga. Aprovechamos para visitar  el Pasaje de Chinitas, la Plaza de la Constitución (donde en el suelo se pueden ver planchas de acero que reproducen las portadas de cinco periódicos el 7 de Diciembre de 1978, es decir, al día siguiente de la aprobación de la Constitución Española), el Mercado Central de Atarazanas, donde había un estupendo producto a precios más que razonables, etc.

Plaza de la Constitución
Mercado de las Atarazanas

Nos vimos con los chicos en la puerta del Museo del videojuego, también llamado Museo OXO (15€/persona). La primera planta es la más interesante porque en ella se cuenta el nacimiento de los videojuegos, hay máquinas muy antiguas como el Spectrum, Atari, Sega, Nintendo, etc., y de hecho con varias se pueden jugar (eso sí, está lleno de niños). Las siguientes plantas, en mi caso, tuvieron menos interés, porque trataban de videojuegos más actuales que apenas conozco. Sí destaco un simulador que hay en la planta alta, cuyo asiento se mueve y, con unas gafas 3D, parece que estás en una divertida montaña rusa.

Museo de los videojuegos OXO
Museo de los videojuegos OXO
Pelayo y Víctor jugando al Tetris

Tras la visita dimos una vuelta por el animado centro de Málaga, lleno de gente tomando algo en las terrazas. Nos sentamos en el interior de Casa Lola para beber unos refrescos y vino de Jerez (13,4€) para finalmente dirigirnos a Bar El Pimpi, otro de los locales de Antonio Banderas, donde yo había intentado reservar para comer por mail un día antes pero me respondieron que estaba completo y que la única opción era ir pronto y hacer cola. Así hicimos así que nos presentamos en el bar, que es precioso, con varios ambientes, y tras una corta espera en la cola para comer dentro (pues había otra fila para la terraza), nos asignaron una mesa en el pasillo, cerca de la fuente.

El Pimpi

El local estaba lleno de gente que no paraba de entrar y salir, de entrar a hacer fotos, tomar algo en la barra, grupos para comer de menú en la parte de arriba, etc, un trajín. Nosotros pedimos las siguientes raciones para los cinco, pues Yago se quedó a comer con nosotros:

-Salmorejo

-Ensaladilla

Bar El Pimpi. Málaga

-Papas bravas

-Brioche de cerdo con remolacha encurtida, riquísimo

Bar El Pimpi. Málaga

-Bocadillo campero Pimpi

Bar El Pimpi. Málaga

-Boquerones fritos

Bar El Pimpi. Málaga

-Carrilleras

Bar El Pimpi. Málaga

Junto con seis bebidas (refrescos y cañas) y dos copas de vino de Jerez pagamos 24’5€ por persona (de hecho fue bastante comida). Tras la comida nos acercamos a una heladería que nos habían recomendado, llamada Mira, donde comprobamos que elaboran unos deliciosísimos helados (dos helados de dos bolas: 6’1€). Entonces los chicos se fueron a ver los primeros entrenamientos de Fórmula 1 de la temporada mientras Tali y yo decidimos visitar el Museo Picasso.

Catedral de Málaga

Nos pusimos a la cola y, charlando con el vigilante de seguridad, nos dijo que si comprábamos las entradas por internet nos evitábamos la espera así que en menos de tres minutos yo entré en la web y adquirí dos entradas (9’5€/persona), pasando directamente a la zona de control de tickets, donde mostramos los códigos QR y pasamos directamente. Sí que vimos después que había gente que llevaba audio guía que quizás hubiese estado interesante pero imagino que eso sólo se podía contratar en la entrada.

Heladería Mira

El Museo se encuentra en el bonito Palacio de los Condes de Buenavista, del siglo XVI, ampliado para poder albergar las 300 obras que allí se exponen. La exposición nos llevó sobre una hora y, a pesar de que no incluye obras de las más conocidas de Picasso por parte de los profanos, sí cuenta con un poco de cada época y técnica, además de fotos y curiosidades. Hay pinturas, dibujos, esculturas, bocetos, grabados, fotos, etc, desde que era muy joven (hay alguna pintura hecha en Coruña) hasta el final, ordenado por épocas, muy interesante.

Museo Picasso

Me gustó mucho el sótano, donde están expuestos restos arqueológicos de la ciudad donde se puede observar, por ejemplo, una parte de la antigua muralla de Malaka, fundada por los fenicios sobre el siglo VIII a.C. Según pudimos leer en los carteles, por aquella época se dedicaban principalmente a la metalúrgica, salazones y producción de púrpura (encontré este interesantísimo artículo sobre este curioso procedimiento que desconocía totalmente).

Restos arqueológicos

Por el siglo VI a.C. la ciudad pasó a dominio púnico para ser posteriormente conquistada por los romanes, a finales del III a.C. (tras la Segunda Guerra Púnica), pasando a llamarse Malaca. A continuación fueron dominados por los visigodos, período de decadencia para la ciudad, salvo por el período Bizantino, para finalmente caer en poder de los árabes en el año 711, pasando a depender del Emirato Cordobés. A partir del siglo X la ciudad pasa a ser el principal puerto del Reino Nazarí de Granada para finalmente ser conquistada por los Reyes Católicos en 1487.

Alcazaba y Teatro Romano

La salida del museo es por la tienda, como es habitual, pero hacia unos callejones que desembocan en la Calle Alcazabilla y por tanto uno se topa con la espectacular vista de la Alcazaba y el Teatro romano de Málaga. Por cierto, en la ciudad también se encuentra el Museo Casa Natal Picasso, pero ya no lo visitamos.​

Vistas desde Gibralfaro

Volvimos al apartamento donde nos reunimos con los chicos y, acabada ya la Fórmula 1, decidimos dejar a Yago en su casa y después visitar el Mirador de Gibralfaro. Cuando llegamos el castillo ya estaba cerrado pero todavía pudimos tomar unas bebidas en la terraza del Parador (12 euros, barato no es), disfrutando del bonito atardecer de Málaga, pues las vistas desde allí merecen la pena la subida (en coche, a pie debe de ser insufrible).

Volvimos al centro para aparcar el coche en el apartamento y de allí nos dirigimos a pie hasta la Peña Flamenca Juan Breva, donde yo había reservado unos días antes, a través de una llamada telefónica, cuatro plazas para el espectáculo flamenco que había por la noche. La Peña se encuentra dentro del edificio que alberga el Museo de flamenco pero no pudimos visitarlo porque ya estaba cerrado cuando llegamos.

Nos habían citado a las 20:30 horas pero llegamos un poco antes, aprovechando para ver fotos que hay en la cafetería de la peña. Pagamos en la entrada, al llegar, 20 euros por persona (ojo que sólo aceptan dinero en efectivo). Al rato abrieron el sótano y nos asignaron los asientos, pues ya en las mesas estaban anotados nuestros nombres, desconociendo cómo asignan los asientos.

Peña flamenca Juan Breva

Primero nos atendió un camarero para servirnos las bebidas y los aperitivos, que van incluidos con el precio (una bebida y un plato con una cantidad generosa de embutido). Cuando todo el mundo estuvo sentado salió Paco Roji para hablarnos de la peña de flamenco más antigua de España, del flamenco, anécdotas, etc.

Finalmente empezó el espectáculo, que contaba con un cantaor (Vicente Román), un guitarrista (Juan Moreno) y dos bailaores (Isabel Santiago y Kike el Indio), el cual duró alrededor de una hora. Fue una auténtica pasada, nos tuvo concentrados y disfrutando, tanto que el tiempo nos pasó volando, no creíamos cuando se despidieron que hubiese pasado ya una hora. Yo que voy a clase de flamenco desde hace unos meses, a la Escuela de María Rial de Vigo, salí encantada. La verdad que después de buscar toda la oferta de espectáculos que había en la ciudad me decanté por la Peña Juan Breva porque me pareció el menos turístico, de hecho los demás incluían en su mayoría cena. En esta peña hay espectáculos en directo los jueves y sábados en directo, anunciándolos en sus redes sociales.

Tras el flamenco salimos a la calle en busca de un local donde cenar, topándonos con la Tetería Nazarí, un local marroquí. Víctor y Tali nunca habían probado comida de Marruecos así que entramos a probar. Al principio el camarero, muy joven, nos sentó en una pequeña mesa de la planta baja, donde no cabía absolutamente nada, así que nos quejamos y el encargado rápidamente nos sentó en la planta alta, donde había gente bebiendo té y fumando cachimbas entre preciosas lámparas. Esto fue lo que pedimos, que por cierto tardaron poco y fue servido todo a la vez (sistema que me gusta):

-plato combinado de entrantes a base de hummus, tabouleh, queso feta, falafel, kebab de shawarma de pollo y arroz con pisto

-tagin de ternera y ciruelas

-pastela, que estaba deliciosa

Terería Nazarí. Málaga

-baklava de postre, que en mi opinión son de los dulces más ricos del universo

Terería Nazarí. Málaga

Para beber tomamos refrescos y té, pues no sirven alcohol, pagando finalmente 21’16€ por persona, muy buen precio. Volvimos dando un pequeño paseo hasta el apartamento y a dormir, que nos lo habíamos ganado.

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