Diario de Perú. Día 3: Cuzco

A las 3 de la madrugada me desperté y estuve en vela un buen rato. Conseguí por fin dormirme pero al poco Pela se levantó al baño corriendo, con soltura intestinal, y me despertó. Ya eran las 7 así que aproveché para escribir este diario, leer la guía de viajes y lavar algo de ropa. Ya me encontraba mejor del mal de altura. A las 8 bajé a pedirle un secador de pelo a Judith y al volver, como Borja y Bea estaban ya despiertos, decidimos bajar a desayunar. El desayuno consistió en pan, mantequilla, mermelada, jugo, huevos fritos y mates variados. Tras el desayuno nos duchamos y marchamos sobre las 10 del hostal en dirección al centro de Cuzco.
Procesión
 
 Dimos un paseo hasta el MERCADO DE ABASTOS DE SAN PEDRO, lo que nos llevó un rato, pues Borja y Bea se iban parando en todos los puestos y tiendas. Además nos encontramos una procesión por el camino. Os recomiendo vivamente visitar el mercado de abastos, pues es muy genuino, hay los productos más insospechados y la gente es muy singular; creo que es una visita de lo más interesante. Compramos plátanos pequeñitos que aquí llaman bizcochitos, estaban buenísimos. También probamos la lúcuma, una fruta parecida al aguacate pero de textura más acorchada. Nos sentamos un rato en uno de los puestos de jugos: Pelayo pidió uno de zanahoria y papaya, Bea de naranja y papaya y yo de lúcuma y naranja. Borja no se atrevió a pedir nada porque decía que no se fiaba de las condiciones higiénicas del lugar. Los zumos en cualquier caso estaban buenísimos y fueron muy abundantes. La señora nos quiso cobrar de más pero yo le dije que veíamos los precios en el cartel y ya bajó la cuenta a 12 soles. Aquí está la crítica en Tripadvisor del mercado de San Pedro.
Mercado

 

Mercado

 

Mercado
 
Luego visitamos el MERCADO DE ARTESANÍA, pero nos pareció muy turístico. Borja y Bea compraron un fular y un poncho para sus respectivas madres. Cuando acabaron con las compras cogimos un taxi minúsculo en la puerta del mercado que nos dejó en la Plaza de Armas (4 soles) y buscamos el restaurante de Gastón Acurio, el CHICHA. Está en la calle Heladeros, justo por detrás de la Plaza de Armas, y tuvimos suerte de que había una mesa libre así que entramos y nos entregaron las cartas. El servicio es muy atento pero para mi gusto hay demasiados camareros pendiente de la mesa… Pedimos un Variado de causas limeñas, un Ceviche de trucha, una Ensalada de trucha ahumada con lechugas variadas, germinados y remolacha, un Lomo saltado a lo pobre (con huevos fritos) y Kapchi (guiso cremoso de habitas, huevo, rocoto, papas, queso andino y una hierba llamada huacatay). Estaba todo exquisito, quizás lo mejor las causas limeñas además de una presentación excepcional.
Restaurante Chica de Gastón Acurio
Variado de causas limeñas

 

Restaurante Chica de Gastón Acurio
Ensalada de trucha ahumada

 

Restaurante Chica de Gastón Acurio
Ceviche de trucha
Kapchi y Lomo saltado
 
Quisimos pedir vino pero los precios eran desorbitados así que bebimos cerveza Cusqueña. No pudimos acabar con todo así que ya ni siquiera pedimos postre. Sí ponen siempre de cortesía un alfajor y un trozo de gelatina de frutas para cada persona. La gelatina era de fresa, demasiado dulce para mi gusto, pero el alfajor fue de lo mejor que tuvo la comida (total: 228 soles, 55euros). Aquí tenéis la crítica en Tripadvisor del Restaurante Chicha de Gastón Acurio en Cuzco.
 Volvimos caminando al hotel, pues yo quería preguntar por el camino precios en otros hoteles más céntricos y con menos cuesta para la vuelta de la visita a la selva. Al final reservamos uno que estaba también en el Barrio de San Blas pero muy cerca de la Plaza de Armas. El trato en el Samay Wasi era excelente pero está muy lejos y muy alto. Una vez en el hostal dormimos intermitente, pues estaban celebrando las fiestas del Cristo de los Milagros, tirando cohetes y tocando campanas toda la tarde. A las 19h habíamos quedado con Cleison delante de la puerta de la catedral así que bajamos caminando hasta la Plaza de Armas. Cuando llegamos ya estaba allí y nos ofreció dar un paseo, pese a que Borja no le apetecía mucho andar por el mal de altura.
Mural
 
Cleison nos enseñó alguna casona que había por los alrededores de la Plaza de Armas así como el PALACIO DE INCA ROCA, el sexto gobernador inca de Cuzco, en la Calle Hatun Rumiyoc. Su muro está construido con diorita verde y su muralla es admirada por los turistas; en ella se encuentra la famosa piedra de los 12 ángulos, perfectamente ensamblada con las de alrededor. Hoy en día es el Palacio Arzobispal. Un poco más adelante se ven figuras en las piedras como la serpiente y el puma, muy importantes en la cultura inca. Según los incas el mundo estaba dividido en tres planos:
-Hanan Pacha: el mundo celestial o supraterreneal. Sólo los justos podían entrar en ella. Aquí habitan los dioses (Wiracocha, Inti, Pachamama, etc.). El cóndor representa este mundo y además es mensajero de los dioses.
-Kay Pacha: mundo terrenal, en donde habitan los humanos. Es representado por el puma. Éste a su vez es símbolo de sabiduría y fuerza.
-Uku Pacha: mundo de los muertos. Las cuevas y fuentes eran consideradas líneas de comunicación con este mundo. No lo veían como el infierno, sino como otro mundo. Es representado por la serpiente.
Pacha quiere decir tiempo, espacio, mundo, tierra. En el primer escalafón tenían al dios Sol o Inti, el creador, que fue evolucionando para dar paso a Wiracocha. Su culto estaba sólo destinado a la nobleza. Tiene un compañero alado, el pájaro Inti, cuyas plumas servían para la corona del Inca. Se le suele representar con dos varas o dos hondas andinas gigantes. Este dios estaba casado con su hermana, la Luna o Mama Quilla. Solía representarse en forma de disco de plata. Era venerada por las mujeres. Pacha Mama o madre tierra era la fuente de la que proviene todo el mundo material y la naturaleza. Es una divinidad protectora, que favorece la fertilidad. A cambio de la ayuda los humanos deben de ofrendar parte de lo que reciben de la naturaleza. Si no se le dan ofrendas a menudo o se le ofende provocará enfermedades. Se le ofrecen hojas de coca, la sangre de camélidos, conchas marinas, fetos de llamas, etc. Tras la conquista española se asimiló a la figura de la Virgen María. Pero hay muchos más dioses, muchos de ellos menores.
Dos niñas muy simpáticas
Tras el paseo Cleison nos llevó a cenar a una pollería llamada LOS TOLDOS CHICKEN. Cada uno escogió una ración de muslo o pechuga, acompañadas todas de una ración generosa de patatas fritas. Además había buffet libre de ensaladas. Para beber pedimos chicha morada y cerveza Cusqueña. Cleison aprovechó para entregarnos los billetes que nos había gestionado hasta la fecha (hasta el tren de Ollantaytambo de vuelta, en donde según él, nos esperará y nos acompañará a Cuzco). Aquí tenéis la crítica y fotos en Tripadvisor del Restaurante Los Toldos Chicken.
Piedra de los 12 ángulos
 
La cena salió por 97 soles (=25 euros) y Cleison fue invitado nuevamente por nosotros. Luego nos acompañó a un bonito café que hay cerca del Chicha llamado LE BONDIET pero no se quedó, pues al parecer tenía otro compromiso. Pedimos dos chocolates para Borja y Bea, un café moka para Pelayo (que venía con un dibujo muy cuco) y un ponche inca para mí (leche batida, esencia de coca y pisco). Pagamos en total: 31 soles (=8 euros). Aquí podéis leer la crítica en Tripadvisor del Café Le Bondiet. Por cierto, el pisco es un aguardiente de uvas que se produce en Perú desde el siglo XVI. Se produce en los departamentos costeros (hasta los 2000 metros de altitud). Hay una disputa con Chile sobre el origen del pisco. Con pisco se prepara el famoso cóctel PISCO SOUR, al que se añade jugo de limón y clara de huevo. Volvimos al hotel en taxi (4 soles) así que sólo tuvimos que subir las escaleras del callejón que da acceso al hotel.
Cena en Los Toldos con Cleison
 

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