A las 8:00h de la mañana vino a recogernos al hotel “el viejo Lu”, nuestro guía. Antes habíamos bajado a desayunar pero yo comí poco, harta ya de tanta comilona: yogur chino (es natural y se toma con pajita), sushi y dumplings.
El autobús nos llevó a la COLINA DEL TIGRE, un bello jardín que alberga, entre otras cosas, una increíble colección de bonsáis y la Pagoda inclinada, de siete pisos y 47 metros de altura, vestigio de un templo budista del siglo X. Se ha intentado corregir esta inclinación pero no ha sido posible, sólo se ha conseguido detener el proceso para que no avance más, pues parte del sustrato es demasiado blando.
La leyenda cuenta que en el ESTANQUE DE LAS ESPADAS, dentro de la Colina, está la tumba del emperador He Lu, fundador de la ciudad. Tres días después de su muerte apareció un tigre blanco sobre su tumba, lo que dio nombre a la colina. Los habitantes creyeron que había venido a proteger la tumba de su rey.
Según Lu, el hijo de este emperador, para impedir que la tumba de su padre fuera saqueada, reunió a todos los que habían participado en su construcción, los invitó a comer y añadió veneno en sus copas. De este modo todos los que sabían exactamente la situación de la tumba perecieron, guardando el secreto de su situación y por tanto evitando así los saqueos; a día de hoy todavía no se ha encontrado.
A continuación Lu y la conductora del bus, una mujer encantadora, nos dejaron en la Estación de tren, en donde nos despedimos y tomamos un tren de alta velocidad que nos llevó hasta SHANGAI. Tengo que decir que el tren paró exactamente en las marcas que había en el suelo indicando la puerta que debía de tomar cada pasajero. Tardamos 35 minutos en llegar, tiempo que aproveché para dormir en su totalidad.
En la estación de Shanghai nos recogió nuestra nueva guía, llamada Katy, que hablaba muy bien español, pues había vivido 3 años en Argentina. Era muy simpática, enérgica y además hablaba con acento argentino, lo cual era muy gracioso. Llevaba lentillas para agrandar los ojos, cosa muy típica por aquí entre las chicas (muchas además se operan los ojos para agrandarlos y parecer occidentales).
Nada más llegar nos trasladaron en bus al JARDÍN DE YUYUAN y la guía fue aprovechando para contarnos algo sobre Shanghai (上海). Está situada en el delta del río YANGTSÉ y es una de las ciudades más pobladas del mundo, pues cuenta con 20 millones de habitantes. Actualmente es el mayor puerto del mundo, si tenemos en cuenta el volumen de mercancías, y el centro económico de China. La ciudad está dividida en dos por el río HUANGPU, afluente del Yantsé: PUXI (orilla oeste, barrio colonial) y PUDONG (orilla este, distrito financiero).
El Jardín Yuyuan (豫園), fue diseñado por la dinastía Ming entre 1559 y 1577 y es uno de los más famosos en China. Un funcionario decidió construirlo a imagen y semejanza de los jardines imperiales pues sus padres, que ya eran demasiado ancianos, no podían trasladarse a la capital para verlos. Al parecer Yu significa salud y tranquilidad.
Tras la muerte del funcionario los jardines cayeron en el olvido hasta que unos comerciantes lo compraron en el siglo XVIII. No se restauró hasta mediados del siglo XX y posteriormente fue declarado Monumento Nacional. Ocupa dos hectáreas y cuenta con los elementos básicos de la jardinería china: pabellones, estanques, vegetación variada, etc. En él además existe un pasillo para enamorados, en el que en un momento dado hay unas ventanas para que se besen sin ser vistos.
Justo al lado se encuentra el MERCADO YUYUAN, que cuenta con un conjunto de edificios de estilo tradicional restaurados y rodeados de pequeños estanques con jardines que merece la pena visitar (a pesar de las aglomeraciones). Hay un puente en zigzag que protege de los malos espíritus ya que, según nos contó la guía, no pueden doblar esquinas, caminan recto y sin doblar las rodillas (qué paranoia no, así no deben de alcanzar a nadie…).
A continuación visitamos el MALECÓN para admirar el skyline del distrito financiero de PUDONG (浦东). En él se encuentran varios de los más famosos rascacielos: la Perla de Oriente (mi preferido), el Jin Mao y el Shanghai World Financial Center, entre otros, símbolos del desarrollo económico chino. Pudong significa “rivera del este”, pues se encuentra en ese lado del río Huangpu, como ya comenté. Nos hicimos un montón de fotos, pues la vista es verdaderamente impresionante.
En la orilla desde donde nosotros sacamos las fotos se encuentra el Barrio BUND o Paseo Inglés, que cuenta con numerosos Bancos y edificios de estilo inglés muy chulos. Este nombre se lo dieron precisamente los ingleses y en él se encuentran los edificios más emblemáticos de la etapa colonial europea, de estilo clásico a renacentista. Comimos de buffet en un hotel de lujo, todos juntos en una mesa. Estaba todo buenísimo: sopa, pasta, sushi, dumplings, etc.
Después visitamos el TEMPLO DEL BUDA DE JADE, construido en 1882. Un monje, durante la dinastía Qing, peregrinó al Tíbet y, de regreso a China, paró en Birmania; ahí le regalaron dos estatuas de jade que representaban a Buda: uno sentado y otro tumbado. El monje construyó un gran templo para albergar las estatuas, gracias a los donativos recibidos. Nosotros sólo vimos el sentado (pues para ver el otro hay que pagar otra entrada adicional), de 1.65 metros de altura y más de una tonelada de peso, con incrustaciones de ágatas y esmeraldas. No se pueden hacer fotos en el interior así que tendréis que ir a verlo con vuestros propios ojos.
Finalmente el bus nos dejó en el hotel SHERATON, que no estaba tan bien como el de Pekín, pero la habitación tenía unas excelentes vistas del skyline de la ciudad. Nos dimos un baño y luego yo me tumbé un rato mientras Pelayo fue a sacar dinero y a conectarse a Internet en la recepción del hotel.
A las 18.15 bajamos al hall, pues habíamos quedado con Katy para hacer una excursión opcional a la que sólo nos apuntamos Carol, Javi, Pelayo y yo (200Y/persona), como casi siempre… Consistía en una excursión en barco por el río Huangpu viendo anochecer y por tanto cómo se encienden todas las luces de ambas orillas. El viaje fue precioso, viendo el skyline de un lado y el barrio inglés del otro.
La excursión continuaba con la visita a la famosa calle NANJING, considerada la vía comercial más importante de China. Está llena de tiendas y luces de neón, con miles de vendedores ambulantes de toda clase de inventos y falsificaciones. Se extiende desde la Plaza del Pueblo hasta la orilla del río Huangpu.
Finalizamos la excursión en el BARRIO FRANCÉS, el más cosmopolita de la ciudad, que cuenta con edificios de estilo arquitectónico colonial francés. Es una zona muy animada así que le dijimos a la guía que preferíamos quedarnos por allí para cenar en vez de volver al hotel. Es muy bonito, pues cuenta con pequeñas casitas rodeadas de un mar de rascacielos. Aquí es donde hemos visto la mayor concentración de occidentales, de hecho apenas había chinos.
Nos tomamos primero una cerveza Paulaner en una terraza y después buscamos un sitio para cenar. Encontramos un restaurante de comida china, especializado en dumplings, llamado DING TAI FUNG.
Pedimos noodles, dumplings, sopa y cerveza china y japonesa, pagando 405Y por los cuatro. Estaba todo bastante bueno pero creo que los del periódico exageraron. Tomamos después un helado en la terraza de una heladería cercana para finalmente coger un taxi al hotel (enseñándole la tarjeta con el nombre del hotel en chino, por supuesto). Nos cobró 33Y y además, misteriosamente, conseguimos coger el taxi a la primera, aún no me lo creo…
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