Diario de Rumanía, día 2: Galați y su Danubio

Los cuatro en su casa

VIERNES 17 MAYO 2019

Amanecí sobre las 13:30, cuando Daniel y Diana ya estaban despiertos, pues se les oía hablar. Avisé a Pelayo, nos vestimos y nos dirigimos a la cocina, en donde nos esperaba un megadesayuno rumano:

-Sarmale hecho por la madre de Daniel (rollitos hechos con hojas de col o viña rellenos de arroz y distintos tipos de carne) que acompañan con crème fraîche
Sarmale

-Salami de Sibiu y del este del país

-Embutidos de cerdo, cabeza de cerdo

-Quesos variados

-Salchichas del norte y de Brasov que toman con cebolleta tierna cruda

-Polenta, tomate, pepino, etc.

Desayuno

-Cornuletse: postre típico que preparó la madre de Diana; consiste en una masa elaborada con grasa de cerdo, con forma de cuerno (de ahí el nombre), rellena de turkish delight/lokum.

Cornuletse

Para beber Daniel preparó café recién molido de El Salvador y Colombia, vino blanco casero y Visinata (riquísimo licor de guindas). Vamos, que parecía que íbamos a trabajar al campo todo el día…

Torre de TV de Galați
Parque del Danubio

Tras la comida y la ducha salimos sobre las 16 horas a dar una vuelta en coche por Galați. Aparcamos al lado de la Torre de TV, que se encuentra en un bonito parque, a orillas del Danubio. Tras el paseo subimos a la Torre, pues arriba hay un restaurante-cafetería llamado Perla Dunarii (la Perla del Danubio). El viaje en ascensor es gratuito si se consume algo arriba, sino hay que pagar el trayecto.

Ascensor de la torre de TV

La camarera subió con nosotros y nos atendió la comanda: cuatro cervezas, 57’6 Leu/12€.  Las vistas desde arriba merecen la pena, pues se ve toda la ciudad, alrededores y río, así como Moldavia, que se encuentra a pocos kilómetros. Eso sí, el ascensor mete un poco de miedo, pues es muy antiguo.

En la Torre de TV

Vistas desde la Torre de TV

Luego continuamos el paseo del río, donde había gente patinando, en bici, pescando, etc. Íbamos a cruzar el Danubio en barco en una especie de ferrys que cruzan muy a menudo pero al final no lo cogimos porque decían que no había nada que ver en el otro lado (es para personas y coches).

Ferry
Pescadores
Paseo

Diana aprovechó para comprar en un puesto un dulce llamado Kurtos Kalacs: masa dulce que giran alrededor de un molde y lo tuestan, volviéndose crujiente. Está muy bueno y es muy común por el país. 

Kurtos Kalacs

Tras el paseo cogimos el coche y nos dirigimos a una zona de la ciudad en donde se encuentran varias casas de cambio. Cuando llegamos, sobre las 18:30 horas, sólo quedaba abierta una de ellas, llamada Amanet Exchange.  Por 300€ nos dieron 1422’27 Leu por lo que el cambio fue muy bueno (de hecho se quedaron sólo con unos céntimos).

Casa de cambio

A continuación acudimos a casa de unos amigos de ellos que se llaman Mihaela y Bogdan, que Pelayo ya conocía, pues habían ido a visitar a Daniel cuando ambos estuvieron trabajando en Bulgaria. Tomamos algo en el pequeño jardín de la casa, en donde estaban Lucretia (la madre de Mihaela), Ionut (el hermano de Mihaela), Andrea (la esposa de Ionut) y su hijo.

Calles de Galați

A pesar de que el rumano es una lengua latina, nos costaba entenderlos, pues hablado es mucho más complicado que escrito. Al cabo de los días fuimos entendiendo más, pero aún así me pareció un idioma complicado, de hecho mantienen declinaciones y otra serie de estructuras que al parecer son difíciles de dominar. Sin embargo mucha gente en Rumanía habla algo de inglés, incluso de cierta edad, por lo que pudimos entendernos bastante bien con los amigos y familiares de Daniel y Diana. Me pareció, de hecho, que hablan bastante más inglés que en España; probablemente sea porque en Rumanía no se doblan las películas ni series (al igual que en Portugal), por lo que se habitúan desde pequeños al inglés. 

Vistas desde la estatua «Fruto del sol»

Vistas

Tras la visita nos llevaron a ver el mirador en el que Daniel y Diana se habían dado su primer beso, que está a orillas del Danubio. En él hay una estatua moderna de George Apostu titulada Fructul soarelui (Fruto del Sol). 

Restaurante Cazare

Restaurante Cazare

De ahí nos dirigimos a un famoso restaurante en el que querían que probásemos sus sopas, llamado Cazare. Dispone de varias construcciones de madera de estilo tradicional, un lago, un puente, numerosos animales disecados, decoración típica, música en directo y un edificio con alojamiento (un lugar curiosos en el que se mezclaban muchos elementos). Daniel había llamado por teléfono previamente para preguntar por las sopas y reservar mesas pero cuando llegamos al local resulta que el camarero nos dijo que ya no servían sopa más tarde de las 19 horas, lo que le enfadó bastante.

Palinka casero

Cena familiar con Dana

Decidimos por tanto marchar y cenamos en casa, acompañados por Dana (la madre de Diana, que nos maravilló lo bien que entiende y habla inglés). Antes de empezar tomamos un chupito de Palinka, Dana incluida, y posteriormente nos dedicamos a los quesos, embutidos, ensaladilla, tarta de Lori (la hermana mayor de Diana), etc., acompañado todo por vino de la casa tinto. Por cierto, de postre probamos el salami de chocolate que habían preparado, con galletas y turkish delight, muy rico. Dana habla en rumano muy despacio así que sí éramos capaces de entenderle, nos maravilló esta mujer.

Salami de chocolate

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