Diario de China, día 6: Xi’an y sus guerreros de terracota

A las 6.30 sonó el teléfono-alarma, cosa típica en los hoteles de aquí, nos duchamos y bajamos a desayunar. Comí sopa china, dumplings, noodles, un donuts, zumo y leche. A las 8:00h vino Manuel, el guía, a buscarnos con el bus para desplazarnos hacia las afueras y poder admirar los famosos GUERREROS DE TERRACOTA 兵馬俑, que están a 40km de Xi’an. En realidad se trata del MAUSOLEO DEL PRIMER EMPERADOR QIN, Qin Shi Huangd (se autoproclamó emperador en 210 a.C.), considerado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1987. El Mausoleo fue descubierto por unos campesinos en 1974, cuando excavaban para hacer un pozo de agua y apareció la cabeza de un guerrero. Al parecer la tuvieron en casa durante un tiempo, pues no sabían de qué se trataba, hasta que la historia llegó a oídos de un arqueólogo que se encargó de gestionar el gran descubrimiento.
Vistas del pabellón cubierto
El ejército está formado por unas 8.000 figuras de guerreros y caballos a tamaño real, en formación de batalla, repartidos en tres fosos, precediendo la tumba del Emperador. Esta tumba todavía no se ha abierto, pues carecen de técnicas para que la momia, en cuanto se abra, no se destruya por su fragilidad.
Guerreros de terracota
 
 El Museo es bastante grande, en él se pueden ver tres fosas y algunas figuras restauradas («sólo» 2.000 guerreros están reconstruidos y colocados en la fosa más grande). Todos son distintos, con su traje acorde a la graduación militar, rasgos, peinados, etc., según la etnia a la que pertenecían. En otra de las fosas están los generales, con varios caballos, como si se tratase del Estado Mayor del ejército. Por lo que nos explicaron, las partes de cada guerrero se construían por separado, se ensamblaban y luego se moldeaban los rasgos a imagen y semejanza de cada uno de ellos. Hay varias filas separadas por muros, cubiertos en su momento por una tela de bambú y por encima troncos de árbol a modo de techo (se sabe por los restos orgánicos que se encontraron).
Guerreros en restauración
 
Guerreros en restauración
Durante la gran revolución los rebeldes incendiaron la tumba y se llevaron las armas de los guerreros, por ello está todo destruido, así que queda todavía una gran labor de reconstrucción. Además se perdió la pintura con la que estaba pintado cada guerrero en cuanto fueron desenterrados y entraron en contacto con el aire, pues se oxidaron rápidamente. En el museo podréis ver fotos de cómo estaban recién desenterrados, con unos colores muy vivos, una pena…
Fotos de como se encontraron los guerreros originalmente
 
El único guerrero que se encontró entero, de una sola pieza, es un ballestero que la ciudad ha tomado como símbolo de Xi’an. Es muy bonito, con un peinado trenzado que aún mantiene algunas trazas de pintura roja en la parte trasera.
Ballestero
 
Detalle del ballestero

También se muestran dos carros, a la mitad del tamaño real, de más de 3.000 piezas, que son espectaculares. Tras la visita compramos en la tienda del museo un libro que nos costó 180 Y y que nos firmó el propio señor que descubrió la tumba que, al parecer, se ha hecho muy famoso en China. Yo aproveché para sacarle una foto con Pelayo mientras firmaba y entonces el señor me pidió dinero por la foto, cosa a la que me negué, pues ya habíamos pagado por el libro y por la entrada (cómo son estos chinos para los negocios…).

Descubridor de los guerreros
 
La verdad que los guerreros de terracota son impresionantes, yo diría que es una visita obligada aunque no os guste la arqueología. Salimos del museo sobre las 13h y nos llevaron directamente a un restaurante, pues aquí se come temprano. Se trataba en esta ocasión de un hotel muy pijo, con comida tipo buffet así que yo tomé un poco de todo: ensalada, noodles, chorizo chino, pizza china, salchichas con bacon, cerdo con pepino, etc.
Al salir visitamos una tienda que venía objetos de JADE. Nos explicaron que existen dos tipos, jadeíta (más duro y por tanto más difícil de trabajar) y la nefrita. A menudo son de color verdoso debido a impurezas de cromo, pero puede presentar colores variados.
Escultura en jade
 

Es un verdadero trabajo de chinos la talla de estatuas de jade, a menudo tienen muchísimo detalle y se tallan de una única pieza. Aprovechando las vetas de colores que tiene cada pieza se tallarán unas figuras u otras. En China hay un verdadero culto al jade, pues era portada por el Emperador. Los objetos de este material se consideran amuletos y prácticamente todos los chinos llevan un collar o una pulsera elaborado con el mismo. Hay que tener cuidado en las tiendas para que no te vendan gato por liebre, muy típico en China (te venden otras piedras sin valor, como si se tratase de jade).

Yo aproveché para comprar una pulsera preciosa, verde, naranja y blanca, por 160Y. Aunque era una tienda del Gobierno, hubo gente que consiguió bajar el precio regateando. En ese momento a Joseba, un chico que venía con nosotros en la excursión, se le rompió el pantalón por la costura del culo en medio de la tienda y las chinas casi se mueren de la risa porque se le veía todo el calzoncillo, fue una escena buenísima.

Después visitamos el TEMPLO BUDISTA DE LA OCA SALVAJE, en donde aún viven monjes a día de hoy. En la entrada del templo pueden verse las enormes TORRES DE LA CAMPANA Y DEL TAMBOR, mientras que al fondo se encontraba el edificio central con un Buda gigante, acompañado de pequeñas capillas con otras figuras del budismo. En este templo se tradujeron las doctrinas budistas, de origen indio, al chino.

Templo y Buda
 
A continuación vimos la GRAN MEZQUITA DE XI’AN, en donde nos prestaron un pañuelo para cubrirnos a alguna de las chicas de la excursión, ya que para la religión islámica enseñábamos demasiada carne. Al parecer es una de las mezquitas más grande de China, aunque inicialmente era un templo chino que luego fue brindado a los musulmanes durante la dinastía Yang (la de los mongoles), en agradecimiento al apoyo recibido durante la lucha por la reunificación de todos los pueblos que hoy conforman China. La arquitectura del lugar es una curiosa mezcla entre arquitectura china y árabe. Dentro del recinto hay salas en las que se dan cursos de árabe y la gente lee el Corán. Al final se encuentra el Salón Principal, en donde no pudimos entrar, pues allí oran descalzos los musulmanes y sólo ellos pueden entrar.
Gran Mezquita
 
Al salir vimos el BARRIO ÁRABE, que es precioso, en donde se mezclan la cultura china y árabe. Muchas de las mujeres llevan pañuelo y venden comida y objetos similares a los que se ven en los países árabes. Aproveché para comprar una caligrafía de mi nombre en chino y en árabe en una tienda donde había un señor chino vestido con chilaba y gorro árabe, con larga barba, muy simpático (20Y).
Barrio árabe
 
A las 18.30 hicimos la visita opcional que propuso Manuel para ese día: MASAJE DE PIES, al que todo el grupo de españoles se apuntó excepto un señor. Costaba 160Y y duraba unos 70 minutos, incluyendo lo siguiente:
-lavado de pies con hierbas aromáticas
-masaje de brazos y manos
-masaje de pies con manos y con palos de madera
-masaje de piernas
-masaje de espalda
-piedras calientesNos metieron a los cuatro en una sala y como Carol no quería masaje de pies, le dieron uno de cuerpo entero, para lo que se tuvo que poner allí mismo una especie de pijama (y Pelayo cerrar los ojos para no verla mientras se cambiaba, pues estábamos los cuatro en la misma sala y sin opción de vestuario).
Sala de masaje
 

A Javi le tocó un chino con una pluma tremenda que en cuanto lo vio le dijo que era muy guapo  (que era de lo poco que sabía decir en inglés), ¡¡qué risa!! A mí me tocó el jefe de la cuadrilla, que me dio una buena paliza, salí de allí dolorida aunque luego me vino bien, pues el cansancio del viaje se notaba.

Cenamos a continuación en un sitio cuya especialidad eran los DUMPLINGS de mil tipos. Por lo que nos contaron la pasta es originaria de China y la trajo Marco Polo a Europa tras su viaje por Asia así que los italianos en realidad no son sus inventores. De primero nos pusieron noodles, embutido, verdura, fritos, etc., y de segundo un montón de dumplings rellenos de diversos ingredientes: carne, marisco, verdura, habas rojas, nueces, tomate (el que más me gustó), setas, jamón, etc., con colores y formas diferentes, ¡una maravilla! Después hubo sopa de pollo, cerdo y verdura; de postre sandía y melón. Pagamos 100Y por persona, saliendo todos de allí a reventar. Al llegar al hotel ya no tuvimos fuerzas para tomar nada así que nos fuimos a dormir en cuanto llegamos del restaurante.

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