Diario de Candanchú, día 2: primer día de esquí

MARTES 06/03/2018

Nos levantamos con calma, pues la paliza de coche del día anterior había sido buena. Sobre las 9:30 bajamos al comedor a desayunar en donde nos encontramos un buffet de lo más completo que os podáis imaginar: longanizas de la zona, tortilla, morcilla, huevos, bacon, embutidos, fruta, panes, tomate rallado, aceites, café, infusiones, yogures, cereales, etc. Nos pusimos como locos a coger cosas y nos sentamos a disfrutar.

De repente llegó un camarero y amablemente nos preguntó por el número de habitación, desapareciendo acto seguido. Al poco volvió diciendo que no teníamos el desayuno incluido pero que podíamos contratarlo por 7€/persona al día. Accedimos por comodidad y porque nos parecía un precio justo viendo todo lo que allí había…

Nos pareció extraño, pues en Esquiades las ofertas suelen incluir el desayuno pero Pelayo comprobó la reserva y, efectivamente, no ponía nada de nada. El último día pagamos los desayunos de los cinco días pero cual fue mi sorpresa al ver la factura, pues al final eran 10€ por persona al día, cosa que le comenté a la Jefa de Recepción pero no hubo ningún tipo de descuento. Por lo tanto, de haberlo sabido, quizás no hubiésemos contratado el desayuno o hubiésemos reservado en Booking que sí que lo incluía por poco dinero más. Asi que os recomiendo que miréis bien las condiciones en Esquiades y hagáis bien las cuentas por separado para ver qué os compensa más.

Tras desayunar preparamos los equipos y tiramos hacia Candanchú, lo que nos llevó menos de diez minutos de coche. Aparcamos sin problema, pues no había mucha gente en la estación, y nos dirigimos a la taquilla con el fin de recoger los forfaits. Tuvimos que pagar 3€/persona por la tarjeta, que te devuelven el último día si la entregas. Al ser un día de semana apenas tuvimos que esperar cola; sin embargo en otras ocasiones nos habían dejado los forfaits en el hotel, lo cual agiliza los trámites.

Como hacía años que no esquiábamos nos tomamos el primer día con tranquilidad. Tengo que decir que la estación nos gustó porque a la derecha están las pistas verdes para iniciados y a la izquierda las demás por lo que los esquiadores de diferente nivel no se mezclan y están tranquilos cada uno en su zona.

Bajamos por el Tobazo, el Tubo y algunas de las pistas rojas que hay en la zona más baja desde las 11 hasta las 14 horas, pues empezó a nevar y hacer mal tiempo. Otra ventaja de la estación es que se puede prácticamente llegar esquiando al aparcamiento de coches.

Como el día se había estropeado decidimos volver al hotel para ducharnos y a continuación visitar Jaca con la intención de comer algo y dar un paseo. Ina vez allí dejamos el coche aparcado en la calle, muy cerca del casco histórico, donde hay que pagar la ORA. Por cierto, nos costó encontrar algo abierto a las 15 horas…

Entre las recomendaciones que llevábamos de amigos, recepcionistas, compañeros de trabajo, etc., estaba EL PORTÓN, que fue de los pocos que todavía servía comidas y la verdad es que fue todo un acierto. Es un local que lleva abierto varios años, con ganas de mejorar día a día. Está regentado en la actualidad por Fran y Mar, que cuentan con un cocinero malagueño llamado José María Rodríguez. Pedimos los siguientes platos:

-Aperitivos cortesía de la casa

-Pulpo a la parrilla

-Carpaccio de picaña

-Oreja (a mi no me gusta la oreja demasiado por culpa del cartílago, pero ésta me volvió loca, estaba riquísima)

-Huevos rotos con jamón

-Señorío de Laza Reserva 2008 para beber

Además pedimos dos cafés y un agua con gas, pagando por todo 73€. Estuvimos largo rato conversando con Fran sobre vinos, y de hecho nos dio a probar varias referencias de la zona, muy interesantes. Entre ellos estaba  Golismera, uno que elaboran a medias con una amiga enóloga a base de Merlot y Parraleta (variedad autóctona), Edra Grullas de Paso, Aldahara, etc. Aquí os dejo la opinión que escribí sobre el local en Tripadvisor, con más fotos del mismo.

Tras la comida nos dirigimos a la famosa CONFITERÍA ECHETO a dar recuerdos de parte de un amigo nuestro, que es familiar, y probamos dos pasteles típicos:

-Jaquesa

-Conde

Si pasáis por Jaca no dejéis de probar todas las exquisiteces que despachan en este precioso local con mucha solera, aquí os dejo más fotos. Dimos a continuación una vuelta por el pueblo, que nos pareció coqueto. Como no había ni un alma por la calle y los comercios estaban cerrados decidimos volver al hotel y probar el spa.

Resulta que el uso no es libre y colectivo, sino que hay que reservar en recepción previamente  una hora (y previo pago de 11€/persona). Como no había prácticamente nadie alojado en el hotel no tuvimos problema para reservar a la hora que queríamos (por cierto, se entra a las en punto).

Nos pusimos bañadores y gorros y bajamos al sótano en el ascensor de cristal. El spa dispone de sauna húmeda, sauna seca, ducha de chorros, ducha con cromoterapia y ducha escocesa, además de una bonita piscina con chorros.

Tras la hora de spa cenamos en la cafetería del hotel:

-Hamburguesa para Pelayo

-Sandwich para mí

Además dos cervezas, un agua con gas y una copa de vino, costando 25€, que anotaron en la cuenta de la habitación. La verdad es que estaba todo muy rico y el servicio fue muy amable, nos dio incluso alguna que otra recomendación para visitar por la zona.