MIÉRCOLES 10 OCTUBRE 2018
Hoy dejábamos Trincomalee y nos esperaba un largo viaje en tuktuk así que nos levantamos a las 8, desayunamos algo rápido en el cuarto, y en media hora estábamos saliendo en tuktuk del hotel.
Pagamos antes en recepción la factura de 9860 rupias/50€ por dos noches, pero como no tenían cambio al final nos lo dejaron en 9800 (ya se ve que van con margen…). Antes de dejar Trincomalee echamos gasolina (438 km-5’7 litros-850 rupias/4€). Aquí os dejo el vídeo de un adelantamiento por el camino.
Sólo paramos en un típico puesto al borde de la carretera para comprar un enorme curd and treacle a una señora, pagando 350 rupias/1’8€. El requesón venía en un recipiente de barro que al final no trajimos a España, pues era bastante frágil y lo más probable era que se rompiese; sin embargo lo que sobró del bote de miel de palma sí que lo metimos en la maleta y llegó sin problemas.
Volvimos a parar en el taller de Habarane para pedirle que nos cambiase la rueda de delante del tuktuk por la de repuesto, pues estaba extremadamente gastada y abollada. Aprovechamos mientras para comer algo en un local que nos recomendó el mecánico, llamado RAVALINGA HOTEL. Pedimos cuatro snaks: buñuelo, samosa con cacahuetes frescos, triángulo con curry de patata y fideos, otro relleno de coco y especias, todos riquísimos. Además pedimos un par de bebidas, pagando 350 rupias/1’8€.
Volvimos al taller y recogimos el tuktuk, cobrándonos 150 rupias/0’75€. Decidimos no abandonar la famosa región de las especias sin visitar un Spice Garden así que, tras mirar en Internet, nos decantamos por EUPHORIA, que gozaba de buenas críticas. una vez en el lugar aparcamos en la puerta y enseguida salió un guía a recibirnos.
El chico se llamaba Mayuran y era muy amable, además de hablar inglés bastante claro. Hicimos un recorrido por el jardín que duró una hora y media en la que nos fue explicando los beneficios de todas las plantas de que disponen.
cardamomo, Heerassa, Malabarnut, Pimienta, Buthsarana, Abevera, Australian Bottle (para picaduras de serpiente), clavo, curry leaves, Ébano, Cacao, Goraka, Centella, Hisbisco, Palmeras, Nuez moscada, Canela, Jazmín, Goose berry, café, turmeric, Jengibre, Citronella, Vainilla, etc.
Poseen además plantaciones propias de pimienta, canela y vainilla. En el caso de la vainilla deben de fecundar cada flor a mano, una por una, obteniendo sólo 7-8 vainas por planta. También nos explicó que la Cúrcuma y el Jengibre son dos plantas cuya parte aérea son muy similares, la diferencia es en la base.
Tras la visita nos llevó a la tienda por si queríamos comprar algo y, después de la estupenda explicación quisimos dejarles algo de dinero así que cogimos:
-1 bolsa de curry leaves
-1 bolsa de vainas de vainilla
-1 bolsa de nueces moscadas
-1 bolsa de canela
Todas vienen al vacío y están en buenas condiciones, de hecho las usamos a menudo en España (pagamos 3620 rupias/18’5€). Tras la visita continuamos en dirección a Kandy, volviendo a echar gasolina antes de llegar a la ciudad (591km-6’4 litros-1035 rupias/5€). Aquí podéis ver un vídeo que demuestra lo díficil del tráfico y las incorporaciones.
Tras mucho buscar en Kandy alojamiento, me decidí por una guesthouse llamada EVERGREEN, que resultó ser un gran alojamiento principalmente por sus dueños. Allí viven Ranjanie, antigua profesora, y Sena da Silva, médico dentista, ambos muy cultos y amables. En cuanto llegamos la anfitriona nos ofreció un té con pan dulce y nosotros le ofrecimos el curd and treacle que habíamos adquirido en el camino.
Tras una larga y agradable conversación nos entregó unos papeles con información sobre Kandy y nos enseñó el cuarto, aprovechando para ducharnos y dejar las maletas. Cogimmos el tuktuk y bajamos a Kandy (el hostal está en lo alto de una colina) con intención de comprar algo de ropa: una camisa y un pantalón para Pelayo, además de un pantalón para mí. Son muy coloridos y de una tela fina, ideal para el calor, pagando por las tres prendas, tras el regateo de rigor, 4100 rupias/21€.
A continuación dimos un paseo por el centro y un guardia de seguridad de una joyería nos ofreció cambio de moneda así que entramos y cambiamos más rupias (nos dieron 192 rupias por euro). El chico que nos atendió era joven y muy amable así que aprovechamos para preguntarle por algún negocio local para tomar algo o cenar. Nos recomendó los siguientes: AROMA CAFÉ (cafetería), VICTORIA (pub), ROYAL BAR (pub) y HQ (bar y restaurante de las afueras, muy bonito).
Nos decantamos por el Victoria Bar, que resultó ser una típica tasca de paisanos que en un principio metía algo de miedo pero luego nos integramos muy bien en el ambiente. Primero pedimos una cerveza Lion grande para compartir, que nos sirvió un camarero con pelos largos que hablaba raro (no sabemos si es que tenía un acento raro y/o estaba un poco borracho).
Vimos que en las otras mesas bebían un líquido transparente en vasitos pequeños y le pedimos lo mismo. Resultó ser Arrack, que es un destilado de coco del que hay numerosas variantes, en este caso bastante suave. Pagamos por todo 1000 rupias/5’15€, pero la experiencia cultural que allí vivimos fue impagable….
De camino al alojamiento paramos a cenar en un local que nos había recomendado la casera llamado BALAJI y que resultó ser todo un acierto (en Anniwatta). Se trata de un restaurante hindú vegetariano que puede no sonar demasiado bien pero la comida resultó ser abundante y deliciosa, además del personal muy amable. En realidad hay varios BALAJI en Kandy, alguno incluso en el centro, pero al parecer allí son más antipáticos.
Dijimos que veníamos de parte del EVERGREEN, como nos había dicho la anfitriona, y nos trataron como reyes. Pedimos un entrante y dos dosas (torta gigante que se rellena de ingredientes variados):
-dos ulundus
-dosa con queso y cebolla para Pelayo
-dosa con champiñones, cebolla y tomate la mía
Cada dosa venía servida en una bandeja con tres guarniciones diferentes: coconut sambol, garbanzos y verduras. Estaba todo riquísimo y como vio lo que estábamos gozando el dueño nos sirvió aún más guarniciones. Para beber pedimos ginger beer y zumo de lima, pagando 1450 rupias/7’5€. Aquí os dejo un vídeo de cómo hacen las dosas.
Una vez en el hotel, nos pusimos a charlar con los dueños hasta las 23:30, es decir, cuatro horas seguidas sin parar… Y es que son encantadores, aprendimos mucho de su cultura, vida, viajes, etc.
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