Bodega Edra. Ayerbe (Aragón)

A la vuelta de la semana de esquí de 2019, en Formigal, hicimos noche en un precioso pueblecito llamado Ayerbe (Huesca) con la única intención de conocer la Bodega Edra, que pertenece a la Indicación Geográfica Protegida de Ribera del Gállego Cinco Villas. Habíamos contactado previamente con su dueño, Alejandro Ascaso, con el que fijamos la cita a las 19 horas.

La ruta hasta el lugar fue realmente espectacular, pues los almendros estaban en flor y el valle no tiene nada que envidiar a los cerezos del Jerte. Además el paisaje es de cuento, lleno de pequeñas poblaciones en cerros, castillos como el de Loarre, iglesias como la de San Esteban o los Mallos de Riglos.

Ayerbe

Buscamos alojamiento en Internet (Booking, Airbnb, www.reinodelosmallos.info), decantándonos finalmente por una habitación en una casa rural de Airbnb situada en Santa Engracia de Loarre, una pequeña y tranquila localidad que se encuentra muy cerca de Ayerbe. El alojamiento se llamaba Casa Lerín y estaba gestionada por dos hermanas muy majas, Cristina y Mónica. La habitación con desayuno costaba 52€, disponiendo de baño fuera para nosotros solos.

Casa Lerín

Casa Lerín

A las 19 horas nos presentamos en la Bodega, cuyo edificio fue diseñado por Angels Castellarnau, la mujer de Alejandro, especializada en arquitectura sostenible. Os recomiendo visitar su web, pues alberga muy interesantes proyectos.

Bodega Edra

La construcción está rodeada por completo de una estructura metálica por la que crece libremente la hiedra; de este modo la planta regula la temperatura durante todo el año, además de ir aportando diferentes tonalidades según la estación en la que nos encontremos. Por lo que nos explicó Alejandro, antiguamente se colocaba una hoja de hiedra en los puntos de venta de vino (similar a la hoja de laurel de los furanchos gallegos). Y es que el nombre de la bodega, Edra, significa hiedra en aragonés occitano.

Bodega Edra

A los pocos minutos llegó Alejandro, con el que rápidamente congeniamos. Nos contó que el proyecto comenzó por 1999, cuando recibió la llamada de su padre, pues no se bastaba para trabajar las viñas solo. La región pasó una gran crisis durante los años 70-80, despoblándose en favor de los núcleos urbanos, por lo que apenas había gente para mantener las labores del campo. En ese momento Alejandro, Ingeniero Industrial en activo, decidió volver con su familia a Ayerbe, sin saber mucho de vino.

La zona, sin embargo, sí poseía mucha tradición vinícola, de hecho era conocida en la zona la Feria de Ayerbe, en la que se comerciaba con productos típicos de la zona como vino, queso, aceite, cereal, etc. La filoxera apenas afectó a esta región por lo que los franceses cruzaban a menudo la frontera para comprar vino (de hecho aún a día de hoy queda alguna que otra viña prefiloxérica). Por cierto, en la bodega puede contemplarse la copia de un diploma de 1857 firmado por la Reina de España que certifica la calidad un vino de Ayerbe en la Feria Agrícola de Madrid, demostrando fehacientemente esta tradición.

Bodega Edra

Actualmente la familia de Alejandro dispone de 30 hectáreas de terreno que albergan pies de Merlot, Syrah, Cabernet Sauvignon, Tempranillo, Garnacha, Viogner, etc. Toda la uva que elabora es propia, a excepción de un pequeño reducto de Garnacha Gris que compra a un viticultor. Además Alejandro y su equipo intentan recuperar variedades autóctonas prácticamente extinguidas como, por ejemplo, la Ribote.

El edificio se construyó en 2004 con arreglo a la extensión del viñedo, para vinificar por parcelas (realizan alrededor de 15 elaboraciones distintas). Trabajan con levaduras autóctonas siempre que sea posible, con lías, depósitos de inox y madera. Según Alejandro obtienen vinos duros y secos que hay que engrasar para que se puedan disfrutar.

Bodega Edra

La plantilla fija de Edra consta de Alejandro, su padre (que todavía ayuda en el proyecto), Aitor (enólogo e Ingeniero asturiano) y una persona más que trabaja la viña. Por cierto, una vez que Alejandro se asentó en Ayerbe, se preocupó de formarse en este amplio mundo del vino, estudiando un Máster de Enología y Viticultura en La Rioja Alavesa.

Bodega Edra

Pero no todo es vino, pues a la familia le gusta también promover la zona así que en la bodega disponen de un montón de información sobre Parques, fauna, etc., estando además muy a favor del arte. Prueba de ello se encuentra en la recepción de la Bodega donde exponen varias obras, pero también en cada una de las etiquetas de sus botella, diseñadas por la oscense Mapi Rivera

Bodega Edra
Ciudadería de Miguel Macho

A continuación os relato las elaboraciones de Edra además de la bonita historia que encierra cada etiqueta:

Xtra Syrah: la etiqueta muestra unas manos, reflejando el trabajo manual de la viña.

Bodega Edra

Grullas de paso: esta región prepirenaica es una zona de especial protección para las aves, pues numerosas migratorias hacen parada allí, como por ejemplo las grullas. El vino se elabora con una mezcla de variedades tintas.

Syrah/Merlot: vino elaborado con ambas variedades, con crianza en madera de roble.

Bodega Edra

Garnachas Quebrantahuesos: el Quebrantahuesos es una especie catalogada como en peligro de extinción en España y a su vez una de las aves más amenazadas de Europa. Centro de recuperación Ainsa se encarga de vigilar que las especies locales no se extingan. En la localidad de Aínsa se encuentra, dentro de un Castillo, El Eco Museo de la Fauna Pirenaica, gestionado por la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos. Este organismo se encarga de recuperar la especie y de hecho han conseguido grandes logros en los últimos años. Alejandro y su familia, conscientes de la delicadeza e importancia del Quebrantahuesos, hace un guiño al mismo acuñando este vino con su nombre, así como dibujando su figura en la etiqueta. 

Benditas Cabras: elaborado a base de Parraleta, variedad típica de la zona de Aragón. La cabra suele ser el animal más loco de la ganadería pero gracias a su arrojo descubre plantas y parcelas nuevas. El nombre del vino refleja la intención de probar cosas nuevas, saliéndo de la norma que marca el rebaño.

Bodega Edra

Blancoluz: elaborado a base de Viogner, no permitida en la IGP, pero que por sus características Alejandro sospechaba acertadamente que se iba a dar muy bien en la zona. La etiqueta del vino hace alusión a la iluminación de Alejandro y es que, aunque no sea una variedad autóctona, el vino es una delicia. Por cierto, lleva una pequeña crianza en barrica de roble. 

Ontina: consiste en el Viogner envejecido en barrica durante dos años. Por si no lo sabéis, como era mi caso, la ontina es una planta aromática típica de la zona.

Bodega Edra

Garnacha gris: esta variedad ha prácticamente desaparecido de la zona, de hecho Alejandro la compra a José Luis, uno de los pocos viticultores que aún atesora unas cuantas viñas. Nos comenta que los bagos son de color cobrizo, muy distintos al resto. En la etiqueta se aprecia una mantilla que realmente existe y cuenta con más de cien años de antigüedad, haciendo alusión a la vejez del viñedo y la historia familiar que éste encierra (muchas generaciones, vidas e historia de la región). Se trata de una mantilla de encaje de bolillos que perteneció a la bisabuela de la mujer de Alejandro.

Rosado Próxima Estación: intenso, gastronómico y seco, más parecido casi a una Pinot Noir que aun rosado. Muestra aromas de trufa y corteza de roble. El nombre viene de que la finca donde se encuentran las viñas estaba en una antigua estación de tren abandonada (que en su momento perteneció a la línea que iba a la magnífica Estación ferroviaria de Canfranc).

Bodega Edra

Se trata de vinos, en general, muy minerales debido al suelo, que cuenta con canto rodado lavado por el río Gallego, calizas y limos. Son suelos complicados, de gran estrés hídrico, que acaban por aportar estructura al vino, además de intensidad y complejidad. Nos parecieron vinos muy personales, diferentes. 

Tras mostrarnos la preciosa bodega, de la que destaco su funcionalidad así como la estupenda sala de barricas, pasamos a catar algunas de las elaboraciones: 

Garnacha Gris: al parecer los pies de José Luis se encuentran en una zona casi desértica. Fermenta en barrica, se controla la maceración con pieles (que puede durar desde unas horas a días). Es muy distinto a los rosados que habíamos probado hasta la fecha. Recuerda por sus aromas a las naranjas sanguinas o mandarinas, salino, con acidez y un punto de amargor final. Estaba recién embotellado, por lo que le auguramos un buen recorrido. 

Bodega Edra

Rosado 2016: este vino no se elaboró en 2017 pero sí en 2018, y está a punto de ser embotellado. Lleva un 10% de fermentación en barrica de Syrah, presentando aromas a cereza, trufa, especias, minerales, romero, con acidez.

XtraSyrah 2014: se trata de una selección que se realiza mediante cata a ciegas. La fermentación se lleva a cabo en depósitos de inox, para posteriormente pasar 14 meses en barricas de roble francés. En nariz presenta toques mentolados, chocolate, romero, yogur, ciruela negra. Un auténtico placer para los sentidos.

Como curiosidad, la Bodega Edra participa en un interesante proyecto llamado Crusoe Treasure, comandado por Rafael Palacios, profesor de la Universidad de Logroño. Varios viticultores de España ceden vino, el cual se deja bajo el mar durante cinco años. Se ha comprobado que en esas condiciones la temperatura es constante pero la presión es más alta, lo que llamativamente favorece un mayor intercambio de oxígeno que en tierra firme. Alejandro participa con vinos elaborados a base de Syrah, Viogner y Garnacha Gris.

Sólo me queda agradecer a Alejandro la estupenda tarde que pasamos con él, nos hizo sentir como en casa. Si queréis saber más de Bodega Edra basta con pinchar aquí.

Bodega Edra

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